Manuel Díaz Cid afirmó que fue sorpresivo el rompimiento en la estrategia seguida por el PAN y el grupo afín a RMV.
El uso de campañas negras –o blackmarketing–, la falta de estrategias partidistas en casos como el PAN a nivel nacional y la prevalencia de la compra de votos son factores que marcaron el proceso electoral que llevó a los mexicanos a las urnas el 7 de junio y que generaron una recomposición en el escenario electoral del país.
Así lo consideró el politólogo Manuel Díaz Cid, de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), quien destacó además que en Puebla fue sorpresivo que una semana y media antes del día de las votaciones se diera un “sorpresivo rompimiento” en la estrategia seguida por el blanquiazul y el grupo afín al gobernador Rafael Moreno Valle Rosas.
Esto, expuso, cuando el escenario parecía estar “planchado” a favor del gobierno del estado y de pronto todo cambió y los resultados que se tuvieron el día de la jornada fueron adversos para el blanquiazul y sus candidatos.
Al realizar una evaluación sobre el proceso electoral 2015, Díaz Cid lamentó que prevalezca la compra de sufragios, sobre todo en comunidades apartadas, además de destacar que Puebla fue uno de los estados en donde se registraron más hechos de violencia antes y durante el día de las votaciones.
Respecto al papel que jugaron los diferentes partidos políticos, refirió que el PAN fue un instituto político carente de estrategia a nivel nacional, de ahí que en cada estado se desarrolló un plan propio, muchas veces contradictorio con el de otras entidades. Esto, dijo, se reflejó en los resultados negativos que se tuvieron en las urnas.
El PRD sólo reflejó sus fisuras y la división generada por sus grupos internos, lo que fue capitalizado por Morena –de Andrés Manuel López Obrador-, partido que además tuvo un excelente manejo de redes sociales que le redundó en buenos resultados.
El PVEM, agregó, jugó en este proceso “el papel del chico malo”, lo que le hizo acreedor a varias multas, pero cuyos resultados favorecen a su aliado, el PRI, que a su vez recuperó algunas posiciones, aunque también perdió escaños en el Congreso de la Unión.
Por su parte, la académica Lourdes Rosas López destacó que la jornada del pasado domingo fue una de las que tuvo mejor concurrencia de votantes de los últimos años, a pesar de que se preveía un alto índice de abstencionismo.
Finalmente, el analista Alejandro Guillén destacó que en esta oportunidad el voto nulo fue alto, pero no tanto como ocurrió en 2009, de ahí que se puede observar el interés de la ciudadanía por mostrar a qué partidos favorecer o sancionar con su voto.
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