Pahuatlán, lugar del papel amate y de las mejores experiencias

A dos horas y media de la capital poblana y enclavado en la sierra norte de Puebla, se encuentra el pueblo mágico de Pahuatlán el cual está lleno de tradiciones, historia prehispánica, sitios para hacer ecoturismo y una excelente gastronomía.

Es una zona donde la mayoría de la población indígena es nahua las cuales son fieles a sus tradiciones, por lo que además de ser un excelente lugar para pasar unos excelentes días de descanso, podrás aprenderás muchas cosas nuevas.

En tu visita podrás disfrutar de uno de los pocos lugares en donde aún es posible ver la fabricación artesanal de papel amate, pues la mayoría de su gente continúa una técnica artesanal prehispánica, si te interesa conocer más, puedes ir a San Pabilito y pasar a un taller donde aprenderás a hacer tu propio papel y grabar en él.

Puedes contemplar la parroquia del Señor de Santiago Apostol, una iglesia construida en el siglo XVI y se considera Patrimonio Cultural del Estado, siendo el templo religioso más importante de este lugar.

Si eres una persona muy intrépida, Pahuatlán ofrece distintos sitios y parajes naturales como las grutas de Tamborillo, la Cueva del águila y las Grutas de Saltillo, donde puedes practicar senderismo y explorar en cavidades subterráneas.

La danza de los voladores es una tradición que se comparte con Cuetzalan, y es muy común poder observarlos en la plaza cívica, esta tradición es realizada por los huehues.

No puedes dejar de asombrarte con su puente colgante de Xolotla construido hace más de 50 años, mide 60 metros de largo y está a una altura de 36 metros.

¿Aún quieres más? Pahuatlán es uno de los mejores productores de café, el clima y la tierra rica en minerales, permiten que la cosecha sea increíble, por lo que no puedes dejar de tomarte una tasa o si prefieres, puedes visitar una cafetalera donde conocerás el proceso que conlleva el grano del café.

Si vistas Ahíla podrás encontrar un mirador increíble que te permitirá admirar desde las alturas a todo Pahuatlán, no querrás perdértelo.

MJ