Este día guardaron un minuto de silencio por las víctimas del 19s, celebraron una misa y llevaron a cabo un simulacro
Atlixco, Pue.- El recuerdo de las victimas del temblor del año pasado generó lágrimas, silencio, pero también evidenció indiferencia de la sociedad civil que aún se siente lastimada por los efectos del fenómeno natural del año pasado.
Lee Recuerda Puebla el 19-S con simulacros en toda la ciudadPor minutos, en la parte de arriba del Palacio Municipal aún en remodelación, estuvo colgada una manta con un mensaje: “Atlixco está de pie”.
“Quizá sí en sus estructuras, calles y edificios... pero en la mente, en el miedo y la zozobra de un alto porcentaje de habitantes de este lugar, ampliamente devastado por ese fenómeno natural, aún está el olor a desastre”, resumió un sacerdote minutos antes de una celebración eucarística.
La bandera y la ostia
Poco después de las 8 de la mañana autoridades de esta ciudad encabezaron el izamiento de bandera a media asta. En el ambiente ya comenzaba a surgir nostalgia. El primer minuto de silencio para los víctimas de 1985.
Metros adelante, estaba listo el altar para la misa en honor de las siete personas fallecidas en Atlixco hace un año.
La mayoría de los asistentes, a pesar de la convocatoria pública, eran funcionarios de la Comuna quienes recordaron a Diana Canseco y Erika Caro, las dos funcionarias fallecidas por las rocas y los muros del Convento El Carmen.
“Dios sabe perdonar a los pueblos buenos y a las personas buenas. Dios sabe por qué destruye y cómo los ilumina para levantarse”, sentenció el sacerdote en medio de algunas lágrimas de los asistentes, entre ellos el edil José Luis Galeazzi y su esposa.
Media hora después, los cuerpos de seguridad y socorro locales encabezaron el primer simulacro a las diez de la mañana, que implicó dos escenas.
La primera: un par de bomberos subió a la parte alta del Palacio Municipal y desde ahí dejó caer una manta con una advertencia: “Atlixco está de pie”.
Los puños en alto y los gritos con fuerza acompañaros el momento de parte de quienes llegaron a la plaza pública. No eran más de 100 personas, la mayoría funcionarios quienes aún estaban por ahí después de la misa. La sociedad civil ausente.
La segunda escena quedó impregnada en la voz del edil Galeazzi: “Pensé en el infierno y en el apocalipsis durante los segundos del temblor y en los minutos posteriores”.
Y hubo un silencio de 30 segundos involuntario. “¿Ya aprendimos los atlixquences a cuidarnos?... ¿ya estamos preparados para otro evento de esa magnitud”, interrogó sin respuesta alguna.
clh
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