Es la segunda veracruzana, estudiante de la carrera de Psicología en la BUAP, asesinada en los últimos tres años
Puebla, Pue.- El domingo pasado, la amiga de Ingrid –estudiante de Psicología en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP)- la encontró en el sofá de su casa, en San Andrés Cholula. Inicialmente pensó que estaba dormida, se fue a bañar, pero cuando regresó, se percató que estaba morada y sin movimiento.
Lee Muere alumna de la BUAP en Cholula; Esparza exige investigaciónSolicitó auxilio y al llegar, los paramédicos solo confirmaron la muerte de la estudiante de 21 años. Al no detectar signos visibles de violencia, primero advirtieron sobre un posible infarto o incluso muerte por broncoaspirar.
Sin embargo, la necropsia reveló que la estudiante fue estrangulada el domingo pasado en su casa, donde se vio con su novio de 35 años de edad, y quien en este momento, es uno de los principales sospechosos del asesinato de la estudiante.
Tras darse a conocer los hechos, el rector de la BUAP, Alfonso Esparza exigió se investigue y castigue el asesinato de la alumna de Psicología.
La BUAP condena y exige el esclarecimiento de las causas que originaron la muerte de nuestra estudiante de la Facultad de Psicología, Ingrid Aremis Guevara Aguirre. — ALFONSO ESPARZA O. (@alfonsoesparzao) 15 de mayo de 2019
Ingrid era originaria de Xalapa, Veracruz y tenía dos años estudiando Psicología en Puebla, entidad donde 55 de los 217 municipios tienen alerta de género ante el aumento de muertes por cuestiones de género en los últimos años.
Tan sólo de 2017 a la fecha, los medios de comunicación han dado cuenta de más de 250 asesinatos de mujeres en la entidad.
Esta semana, los padres de Tania Verónica Luna, otra estudiante de Psicología de la BUAP, asesinada en septiembre de 2016, informaron sobre la condena de 50 años de prisión que recibió el ex novio de la víctima, Luis Humberto Ortega.
La veracruzana lo conoció a través de la aplicación de Tinder, meses después, el hombre de 29 años de edad, también la estranguló con una cadena de perro, en su casa ubicada en la colonia Tepeyac.
Incluso, en su perfil de Tinder manifestó su gusto por los perros y subió fotos con mascotas exóticas como un felino. Ahora, enfrenta una condena de 50 años de prisión.
Fotografía facebook
clh
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