Pide implementar medidas de prevención y protección para garantizar la integridad física y psicológica a estudiantes que profesan la religión de la iglesia de la Luz del Mundo
Puebla, Pue.- Una serie de documentos que ha expedido la Secretaría de Educación Pública (SEP) de Puebla, a cargo de Miguel Robles Bárcena, pone en evidencia que esta dependencia ha emprendido una campaña de protección hacia La iglesia de la Luz del Mundo –cuyo líder Naasón Joaquín García está detenido en Estados Unidos por múltiples abusos sexuales– o que no sabe cómo resolver un conflicto que tiene que ver con creencias religiosas.
Lee La Luz del Mundo, la fe que creció al amparo de los gobiernosCon peculiaridad la SEP el pasado 20 de junio emitió un oficio –con el número SEP_SES_3.0.2.DUP/573/19– mediante el cual les da 24 horas a los rectores de las universidades públicas y de otras instituciones educativas del estado a que respondan al siguiente requerimiento:
“…que en un término NO MAYOR A 24 HRS, contadas a partir de la recepción del presente ocurso, tenga bien remitir información sobre las acciones realizadas dentro de la Universidad a su digno cargo, adjuntando su respectivo sustento documental, a efecto de evidenciar las medidas implementadas de prevención y protección para garantizar la integridad física y psicológica, así como la educación libre de violencia a las alumnas y alumnos que profesan la religión de la iglesia de la Luz del Mundo”.
Dicha disposición de la SEP se da en cumplimiento a una solicitud que se hizo a la Comisión de Derechos Humanos del Estados de Puebla (CDH) para que establezcan medidas cautelares, que pidió Edrei Omar Núñez Avalos en su calidad de representante de los alumnos que son parte de La Luz del Mundo, para que estos estudiantes no sean discriminados, pues se argumenta que los medios de comunicación han construido un discurso de odio contra los integrantes de dicha asociación religiosa.
La CDH está en su papel correcto de pedirle a la SEP que no se genere ningún tipo de mal trato a los alumnos cuyas familias sean parte de la iglesia del llamado apóstol Naasón, pero lo que deja mucho que desear es la posición adoptada por la Secretaría de Educación Pública.
En primer lugar porque en un sistema de educación laica no se pregunta a un estudiante a qué iglesia pertenece o si profesa alguna religión. Es un asunto en el que no puede asomar las narices ni la SEP, ni el gobierno ni los maestros ni nadie más. Es parte de una información reservada.
Por tanto surge una pregunta básica: ¿Cómo se va a saber en las universidades quién es de la Luz del Mundo, quién es ateo o quién cree en los ovnis como forma de vida trascendente?
En segundo lugar lo que establece la Constitución es la libertad religiosa en México, que pasa por no ser un tema que se trata en las escuelas. En todo caso, se tiene que establecer un sistema de protección para todo tipo de creencias, no sólo en particular la Luz del Mundo, e incluso para los que son ateos o creen en la reencarnación, pasando por algo elemental: es un tema que no tiene que ver con el desempeño escolar de alguien matriculado en una escuela pública.
Lo SEP lo único que debería hacer es recordarle a los directivos y docentes de sus escuelas y universidades que ningún maestros, trabajador, alumnos o tutor puede ser discriminado por sus preferencias sexuales, religiosas, su condición social, su origen o por el color de su piel, sin particularizar en una asociación religiosa.
La manera en que está redactado el documento al que se hace referencia en esta columna parece reflejar que Miguel Robles Bárcena, el secretario de Educación, tiene un interés en la iglesia de La Luz del Mundo, para que se habla de esta agrupación religiosa en los espacios educativos y se identifique a quiénes son parte de ese culto.
No es el primer titular de la SEP que estaría cometiendo una conducta errática en el este tipo de asuntos.
Basta recordar que ya tuvimos un secretario de Educación que creía en la redención consistente en la llegada de una nave espacial en un futuro no remoto. No es broma. Ese funcionario quería que los supervisores escolares leyeran la literatura de ese tipo de creencias, que son respetables, pero no deben ser un contenido en un sistema educativo laico.
Se trataba de Luis Maldonado Venegas, el primer titular de la SEP durante el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas, quien intentó implantar la lectura de textos de la Dianética entre los directivos y supervisores de Secretaría de Educación Pública.
Columna Cuitlatlán de La Jornada de Oriente
Fotografía archivom
clh
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