La familia quería que el niño conviviera con los demás por lo que le quitaron el celular, lo que ocasionó un gran berrinche que lo llevó a quitarse lavida
Kevin de apenas ocho años de edad, le fue arrebatado el teléfono celular a condición de que conviviera con la familia, lo que hizo que se enojara y dijo que no quería platicar con ellos, para que minutos después se quitara la vida en su habitación.
Lee Ahora México evaluará trabajo de EU para frenar tráfico de armasLa familia tuvo que dar declaraciones al respecto, mismas que quedaron acentuadas en la Carpeta de Investigación FAZ/AZ-4/UI-1S/D/03778/09-2019-R1 iniciada por el por el delito de homicidio culposo por otras causas, el menor, enojado se levantó de la mesa y subió a su habitación. El incidente ocurrió en un domicilio ubicado sobre la calle Nopal de la colonia Atlampa, en la alcaldía de Cuauhtémoc, de la Ciudad de México.
De acuerdo con lo narrado por su familia, cuando el niño se fue a su habitación, nadie lo siguió, pues creyeron que se trataba de un berrinche más, mismos a los que ya estaban acostumbrados y no le hicieron caso, minutos después escucharon gemidos y que “rompían y aventaban cosas”
Cerca de las 20:00 horas del 10 de septiembre, la hermana de Kevin subió a su cuarto para ver cómo estaba y saber si ya se le había pasado el berrinche, pero lo encontró inconsciente.
En ese momento su familia lo traslada al hospital La Raza para su atención médica, sin embargo, llegó sin signos vitales y con una marca en el cuello.
Imagen de Pixabay
ES
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