La banda de El Choco tiene su centro de operaciones en las poblaciones de Cuacnopalan y de Cuesta Blanca y se dedican al asalto a mano armada y al narcomenudeo
La noche del lunes 7 de octubre, hombres armados irrumpieron en una de las casas del barrio de San Juan, del municipio de Ciudad Serdán.
Lee Ejecutan a Medel secuestrado esta semana en Ciudad SerdánLos desconocidos no llevaban la intención de perpetrar un asalto, iban de manera directa a ubicar y a levantar a José Luis M. M., de 35 años de edad, a quien sacaron por la fuerza, lo aventaron a la batea de una camioneta negra y se lo llevaron.
Tras el levantón los familiares llamaron a la policía y se iniciaron las primeras pesquisas de búsqueda, a la que se lanzaron las redes sociales, donde fue publicada la foto del hombre levantado, acompañada de la solicitud de información.
Antes del fin de semana, José Luis fue hallado sin vida, lo encontraron en un campo de cultivo, en la Hacienda de Caxcantla, en la población de San Juan Atenco.
Cuando lo encontraron estaba amarrado de pies y manos, con el rostro y cabeza vendado, se le apreciaban heridas de golpes en diversas partes del cuerpo, además de torturas, pero su muerte fue a consecuencia de disparos de arma de fuego, uno de estos en la cabeza.
Las investigaciones de la Policía Ministerial del Estado (PME), además de los reportes de vecinos y denuncias anónimas, ubican al occiso con un grupo delincuencial identificado como Los Primos, dedicados, entre otros delitos, al narcomenudeo.
A este mismo grupo lo relacionan con los dos muertos y la balacera ocurrida antes en el Bar La Doña, que se ubica en el municipio de Ciudad Serdán.
Quienes se lo llevaron, torturaron y ejecutaron son conocidos como la banda de El Choco, que tienen su centro de operaciones en las poblaciones de Cuacnopalan y de Cuesta Blanca, quienes además de dedicarse al asalto a mano armada, también son narcomenudistas.
El móvil aparente es la disputa por la plaza de la venta de drogas.
Extrañamente este tipo de mafias y este tipo de delitos son permitidos en la zona de Ciudad Serdán.
Y las ejecuciones y ajustes de cuentas no parecen terminar.
Porque los muertos corren rápido, columna de Alfonso Ponce de León
Intolerancia
Foto: Archivom
cdch
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