Le robaron un Jetta, detectaron en su cuerpo signos de estrangulamiento y su novio está desaparecido, pero dicen, murió por sobredosis de medicamento
Puebla, Pue.- El cuerpo sin vida de Eloína Esther, de acuerdo con los primeros respondientes, tenía huellas de estrangulamiento. No obstante, en la carpeta de investigación se indica que habría muerto por una sobredosis de medicamentos, aunque aún está pendiente el resultado de la necropsia.
Lee En estado de putrefacción encuentran a Eloína en XilotzingoNo es la primera vez que la Fiscalía General del Estado abre una línea de investigación para resolver la muerte de una mujer, que se contrapone a los hechos y la revictimiza. En 2018, la familia de la médico pediatra internista Zyanya Estefanía Figueroa Becerril demostró que la letra de la carta póstuma que supuestamente les escribió antes de suicidarse era distintan a la de su hija.
¿Suicidio o feminicidio?
Debido a que Eloína Esther no respondía las llamadas de su familia, la fueron a buscar a la unidad habitacional San José Xilotzingo, donde tenía su domicilio. Ahí, localizaron el cuerpo en estado de putrefacción, de la mujer que este 9 de enero cumpliría 25 años de edad.
Al localizar el cuerpo en estado de putrefacción, solicitaron la presencia de las autoridades.
Trascendió que los primeros respondientes, identificaron en los restos de Eloína Esther huellas visibles de estrangulamiento, sangre seca y rigidez. Sin embargo, en la carpeta de investigación 24/2020 que inició la Fiscalía General del Estado, quedó asentado que la mujer de casi 25 años de edad murió por sobredosis de medicamentos.
Adicional, los familiares no encuentran el vehículo Volkswagen, tipo Jetta, color placa, propiedad de la enfermera, y su novio, a quien los vecinos identifican, fue visto por última vez el sábado 4 de enero, pero ahora está desaparecido.
Se tiene que llevar a cabo la necropsia para tener elementos científicos que permitan saber el origen de la muerte de Eloína Esther.
En mayo de 2018, la muerte de una doctora del Hospital del Niño Poblano también generó polémica en la sociedad poblana, debido a que la Fiscalía sostuvo que se había tratado de un suicidio y la familia exigía que abrieran la línea de investigación del feminicio.
Se trató del caso de la médico pediatra internista Zyanya Estefanía Figueroa Becerril, quien supuestamente por maltrato y bullying del que fue víctima en el Hospital del Niño Poblano, había optado por quitarse la vida, por considerar que “era un fracaso”.
La muerte de Figueroa Becerril reveló las condiciones en las que laboraban en dicha institución, donde se habló de acoso sistemático de parte de los médicos residentes de mayor antigüedad sobre los recién llegados.
La mañana del 16 de mayo de 2018 Zyanya ya no llegó al hospital. Algunos de sus amigos médicos la fueron a buscar a su casa, donde la localizaron sin vida, en el baño de inmueble.
Había una carta póstuma dirigida a sus padres en la que les pedía perdón.
Mamá y pápá: Perdónenme!!
"Quiero que entiendan que ustedes no tuvieron la culpa de nada, al contrario… Les agradezco por apoyarme y aguantarme tanto. Ustedes eran mi único motivo para seguir adelante pero hoy ya no tengo las fuerzas para seguir, ya no sé estar aquí, estoy cansada de vivir y fingir que estoy bien, lamento no haber sido lo que ustedes merecían.
Nunca fui buena hija, ni buena hermana, ni buena amiga y mucho menos buena en el hospital. Ahí ni yo misma confiaba en mí y ni se imaginan el pánico que sentía al estar frente a un paciente. Soy un fracaso. Y ya no le encuentro ningún sentido a mi vida, simplemente siento que la vida no es para mí y me da miedo seguir.
Sólo espero que algún día me perdonen y que sigan adelante.
Sin embargo, los padres señalaron inconsistencias en el caso y en la letra de la carta que supuestamente les escribió su hija antes de morir.
Martín Becerril, padre de la víctima, explicó que entre las pertenencias de su hija había un diario con el que demostrarán con estudios de caligrafía que su letra era diferente a la de la carta póstuma.
Además, dio a conocer la existencia de un análisis psicológico mediante el cual se demostró que Zyanya no era propensa al suicidio.
En su momento, el padre de la presunta suicida lamentó que la FGE no les haya facilitó una copia de la carpeta de investigación y hayan tenido que acudir hasta la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para obtener el documento.
Mientras las familias enfrentan el dolor de la pérdida y la ausencia, así como las dudas sobre lo que ocurrió a sus hijas, Eloína Esther y Zyanya Estefanía, por el momento sólo son parte de la estadística de mujeres muertas en territorio poblano.
Fotografía Facebook
clh
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