Este Domingo de Ramos, bajas ventas reportan vendedores de palma en Izúcar

Izúcar de Matamoros, Pue.- Este Domingo de Ramos, vendedores de palmas reportan una baja en sus ventas de hasta un 70 por ciento, como consecuencia de la contingencia por el Coronavirus, y es que aseguran que muchas familias no buscaron estas palmas para colocarlas en las entradas de sus hogares, como tradición, esto para evitar salir de sus viviendas, y además de que hay quienes aseguran que no las iban a poder llevar a bendecir a la iglesia por las medidas de prevención que existen.

Los vendedores de palma mencionaron que en promedio a esta festividad de domingo de ramos, en Izúcar de Matamoros acuden más de 20 mil personas, a diversos templos religiosos para llevar a cabo esta actividad eclesiástica con la que se da el inicio de la Semana Santa.

Con dicho acto se recuerda la entrada de Jesús en Jerusalén por lo que en las iglesias se bendicen las palmas que llevan los fieles católicos para que después se las lleven a sus hogares con el objetivo de proteger a sus familias de cualquier maldad, y son colocadas en la entrada de sus viviendas, como una protección, pero este año, las familias no salieron a comprar esta palma.

Desde la tarde del sábado comerciantes informales se comenzaron a ver en calles de Izúcar, para comercializar palmas tejidas y adornadas, las cuales tienen un costo entre los 10 a 50 pesos dependiendo el tamaño y la decoración.

Los artesanos de palma llegan a Izúcar, provenientes de Tepeojuma, Teopantlán, y Chietla, pero este año aseguran que se regresaran con su producto.

Miriam Soriano vendedora de palmas, comentó que tan solo este fin de semana logra la comercialización de más de 200 palmas de diversos tamaños, siendo esa su venta año con año, pero este año, la gente no salió de sus casas a comprar, a pesar de que algunos sacerdotes en la región comentaron a las familias que compraran su palma para su protección que aunque no las llevaran a bendecir para evitar las aglomeraciones en las iglesias, las colocaran en su casa.

Foto: Lidchy Cano

cdch