En agosto de 2017 sujetos obligaron a dos narcomenudistas a hincarse para ser ejecutados: fue en ese momento que Cristian N., se apoderó de la venta de drogas en Xonaca
Fue la tarde-noche del jueves 20 de agosto del 2017, Arnulfo Celis Hernández (a) El Pachón, presunto líder de un grupo de narcomenudistas que operaba desde el barrio de Xonaca, la ciudad de Puebla, salida de las instalaciones del Centro de Reinserción Social de San Miguel, donde organizó una tardeada sonidera.
Lee Contingencia reactiva robos al transporte público en Puebla capitalLe acompañaban su pareja sentimental Celia Mireya Flores Hernández, (a) La Chila, madre de Luis Enrique N, (a), El Luisito, en ese entonces procesado por el delito de robo a transporte de pasajeros.
Se dirigieron a una tienda a comprar cervezas, donde fueron interceptados por al menos 4 sujetos, quienes obligaron a los dos primeros a hincarse para ser ejecutados con disparos de arma de fuego en la cabeza, Mientras que el tercer acompañante resultó herido de un balazo.
Fue a partir de ese momento, cuando Cristian N., conocido como El Grillo, se apoderó de la venta de drogas en el barrio de Xonaca, obligando a todos los seguidores de su víctima, El Pachón, a que se cambiaron de organización, ante la amenaza de también ser ejecutados.
José Juan N., apodado El Palafox, en ese momento era uno de los lugartenientes de El Pachón, quién también controlaba la venta de drogas desde el mercado La Acocota, quién al ver la suerte de su jefe convenció a otro sujeto de apodo El Moy, que se unierán a El Grillo, para fortalecer a la banda dedicada al narcomenudeo, a la extorsión y a otros delitos de alto impacto.
A partir de ese momento el mercado La Acocota se convirtió en otro de los bastiones de poder de la banda de El Grillo, y del jefe de este Marco Antonio N., El Negro o El Bombón, o El Tío.
Fueron tiempos violentos.
Nos vemos cuando nos veamos.
Columna Porque los muertos corren rápido, de Alfonso Ponce de León
Intolerancia
Foto: Archivoe
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