Los túneles localizados en Huauchinango datan del siglo XVIII

Huauchinango, Pue.- Para el trasiego de armas, para escabullirse de los enemigos, como trincheras o como ductos de agua potable, habrías sido construidos los túneles que de manera reciente fueron descubiertos por personal de la Dirección de Obras Públicas municipal de Huauchinango y datarían de mediados del Siglo XVIII y principios del Siglo XIX, según referencias del historiador, Guillermo Garrido Cruz.

Se trata de túneles que estarían conectados entre sí y conducirían a diferentes sentidos de la ciudad de Huauchinango, confluyendo en el Centro Histórico del Pueblo Mágico, según explicó el director de Obras Públicas Ignacio Rodríguez Arroyo, quien dio a conocer que el hallazgo se hizo sobre la calle Mina.

La hipótesis del historiador, Guillermo Garrido Cruz, los túneles se construyeron entre el Siglo XVIII e inicios de del Siglo XIX, con el fin de entrar y salir del pueblo sin dificultad, dado que en esos tiempos se libraron varias escaramuzas en la zona.

Incluso en la construcción de las rutas subterráneas habrían estado involucrados los hermanos Cravioto, jefes políticos regionales en aquellos tiempos, además de participantes en distintas batallas tanto en el territorio poblano como hidalguense.

Los túneles se habrían aprovechado para la conducción de armas y escabullirse de los enemigos.

Guillermo Garrido Cruz, aseguró que las cavidades son más antiguos que la Hidroeléctrica de Necaxa, y sostuvo que en la construcción de los túneles de Huauchinango habrían participado los mismos huauchinanguenses, “obreros con experiencia que incluso trabajaron en la exploración y explotación de las minas en el estado de Hidalgo, mismos que eran llevados a trabajar para que rindieran su tributo al comendero”.

En otra teoría del profesional de la historia, es que posiblemente también se habrían construido para la conducción de agua para el consumo humano, sólo que, en lugar de hacerlo por acueductos, se habrían hecho los ductos, aunque esa suposición es por la que menos se inclinó.

Fotografía Marco Antonio Licona

clh