Cientos de personas han dedicado sus oraciones al Niño Doctor para que los ayude a protegerse del virus del que aun no se tiene cura
El Santo Niño Doctor, llegó a Tepeaca con la apertura de un hospital en 1942, cuando fue abierto el Hospital General en el complejo de la Presidencia Municipal. Se trató de un gran acontecimiento, al que incluso fue invitado el jefe del ejecutivo de la nación, Manuel Ávila Camacho.
Lee Te presentamos la agenda cultural de CCU en Casa“Había equipo había mobiliario, había todo, por lo que el presidente municipal Félix Ramales pidió a las madres Josefinas que mandaran unas enfermeras”, explicó el historiador del municipio.
Al sitio llegaron 4 religiosas que se encargarían de servir en el nosocomio. Entre ellas iba María del Carmen Barrios Báez, quien llevaba al Niño Doctor.
La figura de origen cubano, hecha de pasta de arroz, fue ganada por la religiosa en un sorteo, cuando todavía era una novicia.
Poco a poco la imagen, que entonces era conocida como el Niño del Hospital fue ganando fieles, todos familiares de enfermos que confiaban en él la recuperación de sus seres queridos.
Es por ello que cada año con gran devoción, cientos de personas llegan a visitar la imagen católica más importante de la región ubicada a 30 minutos de la capital poblana: el Santo Niño Jesús Doctor de los Enfermos de Tepeaca.
La fiesta es el 30 de abril, aunque la celebración comienza con días de anticipación como muestra de la fe que le tienen aquellos que afirman haber recibido un favor de su parte.
Como sabemos este 2020 no tuvo fiesta por la contingencia sanitaria que se vive en el mundo entero a causa de la pandemia por el coronavirus COVID-19, y esto ha hecho que cientos de mexicanos le dediquen una oración para depositar en él, y en otras figuras como el Santo Niño de la Pandemia, el Niño del COVID, y el Niño Doctorcito, su esperanza de sanación ante este nuevo virus que aún no tiene cura ni tratamiento 100% eficaz.
Oración al Niño Doctor
¡Oh Divino niño doctor!
Tú que curas todas las enfermedades, al ver los innumerables peligros que me rodean y las enfermedades de mi cuerpo y alma, quisiste ser mi Jesús, es decir mi salud.
¡Gracias Jesús mío!
Concédeme, te ruego, la salud de cuerpo y alma a fin de que salga triunfante en la obra de mi salvación, a pesar de todos los males que padezco por mis pecados.
Imagen de archivom
ES
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