El embajador retirado Agustín Gutiérrez Canet publicó una columna en la que destrozó el área de Diplomacia Cultural de México
El conflicto silencioso en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), desde el arranque del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, escaló este jueves, luego de que el embajador retirado Agustín Gutiérrez Canet publicó una columna en la que destrozó el área de Diplomacia Cultural de México, denunció su falta de transparencia y criticó al canciller Marcelo Ebrard Casaubón.
Lee Audio evidencia apoyo de líderes de Morena a la candidatura de Muñoz Ledo“Si en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) promueven nombramientos ilegales como embajador eminente, también crean de manera irregular el puesto de director ejecutivo en diplomacia cultural”, así inició su columna el exdiplomático.
Luego comentó una “detallada investigación” del periodista Eduardo Cruz Vázquez, quien –sostuvo—“evidenció cómo la Unidad de Transparencia de la SRE, cuya responsable es Elia García Moreno, ofrece información parcial o nula sobre la llamada dirección ejecutiva de diplomacia cultural, a cargo de Enrique Márquez Jaramillo”.
En una respuesta fulminante, en un documento con membrete de la SRE, Enrique Márquez Jaramillo –director ejecutivo de Diplomacia Cultural– tachó el texto de “infundado”, “mal intencionado” y una “prueba fehaciente del pragmatismo sin moral o sin principios”.
Estos ataques recíprocos evidencian una vez más la batalla que existe entre Ebrard y Martha Bárcena Coqui, embajadora de México en Washington. Gutiérrez Canet es esposo de Bárcena y, además, tío de Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente; Márquez, por su parte, es uno de los mentores políticos de Ebrard desde sus tiempos en el entorno del priista Manuel Camacho Solís.
Desde el arranque de su gobierno, López Obrador nombró a Ebrard en la Cancillería, pero le negó la facultad de designar a un allegado en Washington. El propio mandatario nombró a Bárcena en ese cargo. Durante el periodo de transición, Ebrard trató de instalar una suerte de “embajada alterna” en la capital estadunidense, en la que operaría su amigo, el empresario Javier López Casarín, pero Bárcena se enteró y desarticuló la iniciativa.
Y desde la semana pasada Gutiérrez Canet envió un ataque indirecto extremadamente duro contra Ebrard y sus cercanos: en otra columna exhortó a apoyar la candidatura de Porfirio Muñoz Ledo para la presidencia de Morena, y tachó a sus rivales en la contienda como “oportunistas ambiciosos, con mucho dinero, escasa transparencia y dudosa convicción de izquierda”, pero también de “hábiles pero siniestros personajes” y “lobos con piel de cordero” a los que acusó de seguir “técnicas de propaganda del nazi Joseph Goebbels” y de “pagar encuestas”.
El mensaje, evidentemente, iba destinado a la candidatura de Mario Delgado y a su mentor político, Ebrard. Por si faltaba claridad, Gutiérrez Canet señaló que son “políticos con fachada de izquierda, que tratan de ocultar bajo la manga su riqueza”, en referencia a un video de junio pasado en el que se ve cómo Ebrard se percata de que su reloj Rolex está al descubierto y lo esconde discretamente bajo la manga de su camisa.
Y aquí no terminó: en la noche de este jueves, Gutiérrez Canet publicó otro documento en respuesta a la carta de Márquez, en el cual reiteró que no se dirige al funcionario como “Director Ejecutivo de Diplomacia Cultural”, dado que “ese título no existe en la estructura orgánica de la SRE”.
Mathieu Tourliere
Proceso
Foto: Archivoe
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