Tras diez meses de relación, Ninel Conde y el empresario colombiano Larry Ramos, se convirtieron en marido mujer, consumando su boda religiosa realizada en Ciudad de México.
Lee A los 68 años de edad fallece la actriz mexicana Lucy Tovar“Llegó un momento que me hicieron dudar [en casarme] entre tanta cosa que sucedía a última hora”, narró la cantante mexicana a la revista People en Español, al recordar la serie de obstáculos que parecían estar a punto de arruinar su boda.
Lee Serratos dará vida a la reina del Tex-Mex en Selena La SerieTodo estaba listo para que la actriz y cantante Ninel Conde y el empresario Larry Ramos se unieran en sagrado matrimonio el miércoles durante una ceremonia cristiana en el majestuoso Museo Casa de la Bola, en el centro de la Ciudad de México.
Ahí, un altar cubierto de flores blancas y mesas adornadas con antiguos candelabros los esperaban. Sin embargo, cuatro horas antes de que iniciara el evento, Conde y su hoy esposo recibieron la notificación de parte de la alcaldía de la delegación Miguel Hidalgo que su boda sería cancelada, supuestamente porque el recinto no estaba autorizado a abrir debido a la pandemia del coronavirus.
“Llegó un momento que me hicieron dudar [en casarme] entre tanta cosa que sucedía a última hora. Pero le dije a mi [wedding planner Jaime González]: ‘Jaime, así me tenga que casar en la calle, en la banqueta, yo voy a agradar a Dios. Ayúdame para que esto se lleve a cabo’”, recuerda Conde en declaraciones exclusivas para People en Español. “Estuve mucho tiempo en la ilegalidad y a Dios le agrada que estemos legalmente [unidos] ante [él] con una bendición. Fue nuestro deseo y se trató de hacer contra viento y marea porque nuestra prioridad es agradar a Dios”.
Con el apoyo de su hija Sofía Telch, sus familiares, amigos y equipo de trabajo —su maquillista y amigo Víctor Guadarrama, el estilista Héctor Ávila, su wedding planner y el chef Lalo Palazuelos— el Bombón asesino y Ramos se terminaron casando en la casa de una de sus mejores amigas al otro extremo de la ciudad. “Fue un trabajo heroico de todos: floristas, gente de apoyo, gente que carga”, cuenta orgulloso González, quien en un par de horas desmontó todo lo que pudo en el Museo (arriba) y se lo llevó a la otra locación (abajo). “La ceremonia religiosa quedó muy bonita porque el lugar se prestaba, hicimos un arco de flores. Se intercambiaron unas palabras muy bonitas”.
"Estuve mucho tiempo en la ilegalidad y a Dios le agrada que estemos legalmente [unidos] ante [él] con una bendición. Fue nuestro deseo y se trató de hacer contra viento y marea porque nuestra prioridad es agradar a Dios”, cuenta la actriz.
Fragmento del reportaje en la edición de noviembre de Poeple en Español
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