A pesar de las advertencias por contagio, los creyentes hicieron filas para despedir de cerca al arzobispo
Puebla, Pue.- Un arzobispo ortodoxo murió por COVID-19 y sus fieles acudieron ayer a una liturgia en la catedral de Podgorica en Montenegro para despedirlo con besos. Al acercarse al ataúd, los asistentes se levantaban la mascarilla para besarlo a pesar de la pandemia por el coronavirus.
Lee Aramburuzabala vende y se va de MéxicoSu cuerpo fue expuesto en la iglesia desde el pasado sábado.
Miles de personas se dieron cita en el templo, lo que va en contra de las precauciones contra el COVID-19. Esto, a pesar que el sepelio fue transmitido por televisión.
Según la agencia EFE, el ataúd se abrió para que los fieles le dieran el último adiós. Si bien es cierto que en la entrada se le pidió a los asistentes que mantuvieran las reglas de distanciamiento social esto no sucedió.
Montenegro es uno de los países más afectados por la pandemia en el mundo, aunque cuenta solo con seiscientos veinte mil habitantes.
El fallecido arzobispo era muy popular entre la población y por varios meses encabezó una protesta en contra de una ley que declaraba como bienes estatales las propiedades de las comunidades religiosas. Las elecciones parlamentarias de agosto pasado estuvieron marcadas por esas tensiones, y se considera que las protestas y el descontento desencadenado por la ley contribuyeron a la caída del gobierno de Milo Djukanovic, después de 30 años en el poder.
Amfilohije era arzobispo metropolitano de la Iglesia ortodoxa serbia en Montenegro desde 1990.
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agb
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