Interjet, la historia

Llama la atención la forma en la que Interjet ha logrado desviar la atención de su situación y evadir su responsabilidad. Ha hecho creer, por ejemplo, que es víctima de una campaña lanzada desde las autoridades del SAT o sus competidores y que desde ahí proviene lo que se señala de ellos. En el mundo está de moda tomar la posición de que se es objeto de un plan malévolo con quién sabe qué extrañas finalidades, pero no es cierto.

Los dueños, Miguel Alemán Magnani y Miguel Alemán Velasco, son los responsables de la situación de la aerolínea, a pesar de que las malas decisiones las hayan tomado las personas que ellos pusieron al frente de la empresa. Culpan a asesores y administradores a quienes, sin lugar a ninguna duda, ellos designaron.

No pueden decir que ellos no tuvieron nada que ver en la equivocada compra que realizaron en 2013 de 22 aviones, los Sukhoi Superjet 100, de la empresa rusa Sukhoi (si hace un estudio encontrará críticas del Padre del Análisis Superior sobre esta transacción desde el momento en que la realizaron).

REMATE ORDEÑA

Más allá de que no consideraron el elevado costo de las refacciones o los problemas de operación que tendría, el intermediario del crédito fue Interjet Airlines, una empresa del mismo grupo constituida en Irlanda, una nación que es considerada un paraíso fiscal. De acuerdo con las investigaciones de la autoridad correspondiente, esta transacción la realizaron así para acreditar un pago muy elevado por los aviones, totalmente fuera del rango de mercado, para que la línea aérea pudiera sacar dinero del país a través de su filial. Entre los trabajadores existen muchas dudas y preocupaciones ya que a la mayoría se le adeudan dos meses de salario.

Adicionalmente, optaron por comprar combustible a sobreprecio a través de Impulsora y Promotora de Servicios, empresa parte del Grupo Alemán.

De los 22 aviones rusos que compraron, terminaron operando solo cuatro, lo que pareció no importar a accionistas y directivos que en lugar de recortar gastos, reconstruir su estructura y buscar una capitalización o venta, recurrieron al crédito. Inbursa les prestó 20 millones de dólares, pero lo más llamativo es que obtuvo un crédito de la banca de desarrollo por 150 millones de dólares el año pasado, cuando ya tenían una serie de juicios fiscales abiertos. Esa cantidad es igual a la capitalización que se prometió que harían Alejandro del Valle y Carlos Cabal, quien decidió no seguir con la aventura. Alguien deberá preguntar por qué el banco de desarrollo les dio este financiamiento cuando ya la situación financiera era bastante mala, lo que derivó en que ese mismo año el SAT, que encabeza Raquel Buenrostro, interviniera la caja luego de una gran cantidad de requerimientos, pues a partir de 2013, cuando compraron los aviones, dejaron de entregar la retención de IVA que pagaban a clientes por la compra de boletos y los impuestos retenidos a los trabajadores. También le deben al Instituto Nacional de Migración, al Servicio a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano, así como a Aeropuertos y Servicios Auxiliares.

Adicionalmente, la línea aérea tiene adeudos que se están cobrando por la vía judicial por casi tres mil 800 millones de pesos y 23 requerimientos extrajudiciales por un monto similar, entre los que destacan los del IMSS, Infonavit y Telmex.

REMATE AFIRMATIVO

1.- En las condiciones actuales Interjet no es viable. Sus deudas parecerían impagables.

2.- No existe ninguna campaña en contra de Interjet ni de sus dueños por parte del gobierno ni de la competencia. Son las consecuencias de sus actos. Grupo Alemán tiene una campaña para decir que todo está bien y que se va a arreglar, sin aportar una sola evidencia.

3.- El gobierno les está teniendo mucha paciencia. El SAT está haciendo su trabajo y ya dejó claro que esperarán durante algún tiempo la capitalización.

La SCT tomó una posición exótica con las declaraciones de su titular, Jorge Arganis: “Interjet está en crisis y es voluntad del gobierno que no pase como en el caso de Mexicana de Aviación” (cualquier cosa que eso sea).

La secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, le dijo al PAS que se mantiene el diálogo en las juntas laborales.

4.- La intervención de la caja no es un freno para el pago del salario a los trabajadores ni, tampoco, para que se realice la capitalización hasta por el 90 por ciento. Sería bueno que Del Valle, quien está al frente de Interjet, explicara por qué no ha hecho la inyección de recursos. La respuesta parece obvia.

Columna de David Páramo

Foto: Especial

cdch