Este día, víctima de covid19, el ex diputado local murió en la entidad poblana
Puebla, Pue.- En la década de los 70, Alejandro Gallardo Arroyo, participó en el movimiento estudiantil que tomó el edificio Carolino en abril de 1976 y este día, tras haberse contagiado de covid19 y permanecer varios días enfermo, murió por complicaciones de salud.
Fue licenciado en Economía, abogado y durante el movimiento estudiantil, director de la Escuela Preparatoria Diurna Benito Juárez García.
El movimiento que encabezó, junto con personajes como Carlos Talavera y Genaro Piñeiro, puso en riesgo al gobierno estatal de Alfredo Toxqui.
El abogado también fue diputado local por el Partido Revolucionario Institucional en el periodo 1987-1990.
Sobre los sucesos de 1976, Gallardo Aroyo narró lo siguiente, de acuerdo con el testimonio del columnista Raúl Torres Salmerón:
-En 1976 en la Universidad de Puebla se instaló una dictadura burocrática que combatió todo aquello que no procedía del comité estatal del Partido Comunista Mexicano. El rector Luis Rivera Terrazas acalló las críticas hasta llegar a las expulsiones sin derecho a ser oído. Los empresarios, la iglesia y la derecha estaban del otro lado. Estaba fresca la caída de varios gobernadores.
-Toxqui era incómodo a la Federación que por su parte, apoyaba de manera irrestricta a la UAP.
-El conflicto de abril de 1976 con la toma del Carolino por un grupo de estudiantes, se presentó por el abuso y la intransigencia de una burocracia que no cumplió con el sueño de Reforma Universitaria.
-La disputa entre el Partido Comunista y la Rectoría a cargo de Luis Rivera Terrazas contra el Frente Estudiantil Popular (FEP), fue por estas razones:
1) El doble discurso del PCM ante los universitarios y su relación con la Presidencia de la Republica. 2) Creció el movimiento estudiantil, ajeno al control de la burocracia universitaria y destruía a las escuelas opositoras.
3) Había manejo discrecional del presupuesto universitario.
4) Existía constante provocación en las escuelas donde el PCM no era mayoría y el estudiantado pedía cuentas claras como Medicina, Leyes y Preparatoria diurna. 5) La expulsión del doctor Guillermo Cabrera Candia, director de la Escuela de Medicina y opositor de Luis Rivera Terrazas.
-En ese contexto el FEP decidió tomar el Edificio Carolino, para manifestar el desacuerdo estudiantil ante la cerrazón del PCM y el Consejo Universitario.
LA PRESENCIA DE LA DFS
El intento de “derrocar” a Toxqui, al calor del conflicto, es cuando la Dirección Federal de Seguridad, comandada por Miguel Nazar Haro, sigilosamente se acuartela en el Hotel Colonial y desde ahí orquesta un ataque al edificio Carolino.
Los cuerpos policiales del Gobierno del Estado, representados por los famosos militares Felipe Flores Narro y Luis Álvarez Moguel, reportaron la presencia de los federales, enviada desde Los Pinos y sin conocimiento del Gobierno del Estado.
La DFS venía a realizar acciones violentas que permitieran justificar la desaparición de poderes, en el Estado de Puebla, acción que se coronaria el 5 de mayo de 1976 durante la visita del Presidente Luis Echeverría.
Ante las filtraciones tanto en el gobierno como en el FEP, dirigentes estudiantiles se reunieron con el gobernador Toxqui. Así fue parte de la conversación.
REUNIÓN TOXQUI Y LÍDERES DEL FEP
El encuentro se inició, con desconfianza, pero la fuerza de los argumentos y la actitud del doctor Alfredo Toxqui, disipó la tensión. Suave, pero firme, preguntó a Gallardo:
-¿Está enterado de la presencia de la Policía Federal de Seguridad en el Hotel Colonial?
Le respondí que tenía cierta información y que el conflicto no era con la Federación.
En un tono de mayor preocupación, volvió a cuestionar:
-¿Había algún compromiso con el Señor Presidente?
Contesté que no, pidiéndole que interviniera para evitar otros riesgos.
Respondió puntualmente, el gobernador:
-Por indicaciones de México, se quitó el cinturón de seguridad que rodeaba al edificio Carolino.
En ese momento estudiantes y gobernador estaban atrapados en el mismo problema, ya que el Presidente estaba manipulando actuaciones.
Faltaban 36 horas para el histórico desfile y la esperada visita presidencial. Hubo riesgos, las presiones arreciaron y optamos por no prestarnos a un letal enfrentamiento. Esa decisión cambio nuestras vidas para siempre.
Concluye Gallardo Arroyo: Obviamente un cruento resultado, habría propiciado el pretexto ideal, para culpar y derribar sin juicio alguno al presunto responsable de los actos violentos.
Los riesgos para ambas partes en nuestro caso eran jugarse la vida por una causa inútil y del otro lado la estabilidad del gobierno de Toxqui, que se había ganado la animadversión presidencial por ser amigo del ex Presidente Gustavo Díaz Ordaz.
Considera Gallardo que entonces se hubiera impuesto como gobernador al entonces Senador de la República Horacio Labastida Muñoz, ex rector de la UAP vinculado a los comunistas.
Años después, comenta Gallardo se encontró con el doctor Toxqui ya fortalecido en las postrimerías de su mandato en la Ciudad de México. Platicaron entonces sobre lo que hubiese significado, no haber salido del Carolino ese 4 de mayo de 1976.
“Era impredecible lo que podía suceder con nuestro amigo el presidente Echeverría. Yo había dado indicaciones a mis cercanos colaboradores de estar preparados para abandonar el gobierno”, le dijo Toxqui.
Hasta aquí el dicho del universitario. Sin embargo, otras fuentes cercanas al doctor Toxqui, señalaron que tal vez la imposición de un gobernador favorecería a otra familia cercana al echeverrismo, en este caso el interinato hubiera recaído en el ingeniero Rodolfo Sánchez Cruz.
Imagen Municipios Puebla
clh
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