La suspensión de actividades y las restricciones de operación asfixian a pequeños y grandes empresarios
Puebla, Pue.- La emergencia provocada por el Covid-19 durante el 2020 tuvo un impacto negativo en la economía de Puebla y hasta hoy ni autoridades ni empresarios han calculado el grado de la afectación.
Lee No hagan que no entienden y prohíban a ambulantes, dice Barbosa a alcaldesCon la reciente suspensión de actividades no esenciales a consecuencia del aumento de contagios, negocios y establecimientos están en vilo por el cierre obligatorio hasta el 11 de enero y esperan poder volver a subir sus cortinas.
En el año que está por concluir, el principal factor que influyó en la caída de la economía fue el confinamiento social y el paro generalizado de las actividades que comenzó en marzo y se extendió hasta julio.
Con negocios por casi seis meses cerrados y otros más en funciones con medidas sanitarias y horario recortado, vinieron por efecto dominó los despidos de personal y la quiebra de empresas de todos los sectores.
Incluso hay algunos que no han podido abrir, cuyos dueños señalaron que no sobrevivirán hasta 2021 y de los que todavía están en operaciones, muchos tuvieron que ajustarse a la demanda actual de servicios para mantenerse a flote.
Aunque la época navideña era esperada por comercios y negocios como una opción para recuperar sus ingresos, este 29 de diciembre llegó el segundo cierre de acciones no esenciales y los negocios familiares, loncherías, misceláneas y cafeterías son las más afectadas.
Por su fuera poco, la instalación de vendedores informales en el Centro Histórico de Puebla y barrios cercanos desató una ola de enfrentamientos y críticas contra la autoridad municipal por permitir que trabajen en las calles causando aglomeraciones y sin medidas sanitarias; empresarios acusan al ayuntamiento de Puebla de solapar a los ambulantes y castigar a los comerciantes establecidos.
En tanto, desde el gobierno estatal la postura fue un rotundo no a la presencia de comerciantes en la vía pública, por lo que a lo largo de esta semana se iniciaron revisiones para evitar su colocación, bajo la advertencia de que serán arrestados por 36 horas y multados hasta con 10 mil pesos.
Pero en la cadena de afectados también se encuentran cadenas importantes como VIPS, El Portón, Soriana y Best Buy que este año recortaron sus sucursales en Puebla capital.
Los restaurantes y empresas prestadoras de servicios también vivieron momentos críticos, ya que a partir de que la gente comenzó a confinarse disminuyó la actividad; algunos de estos establecimientos optaron por recortar salarios para mantener las fuentes de empleo, pero muchos no lo lograron y tuvieron que cerrar definitivamente.
Un servicio más que resultó afectado es el funcionamiento de los salones de fiesta que hasta hoy no han podido abrir y tuvieron que devolver el dinero correspondiente a los servicios contratados antes de la pandemia, además de que las personas que laboran como meseros, cocineros y garroteros, se quedaron sin su fuente de empleo.
Los baños públicos también se mantienen cerrados, al igual que bares, centros nocturnos y botaneros, para los cuales no hay fecha de reapertura.
Hasta septiembre el Inegi reportó que Puebla fue el tercer estado con mayor pérdida de empleos ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con 44 mil 552 espacios a consecuencia de la quiebra de negocios y la reducción de personal a casa de la crisis por el coronavirus.
Aunado a ello, reportó que un total de 73 mil 436 micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) cerraron en Puebla durante la contingencia sanitaria, según los resultados que arrojó el Estudio Sobre Demografía de Negocios (EDN) 2020.
De esa cantidad, 98.5%, es decir, 72 mil 333 eran micro; mientras que el 1.5% restante fueron pequeñas y medianas empresas, equivalente a mil 103.
Asimismo, el Inegi reveló que de los 2.8 millones de personas con empleo en suelo poblano, 42% no puede acceder a la canasta básica.
En términos de la inflación, en la primera quincena de diciembre Puebla e Izúcar de Matamoros registraron una tasa anual de 2.83% y 2.89% respectivamente, ambas por debajo de la media nacional que fue de 3.22%.
Debido a ello, productos y servicios aumentaron o disminuyeron sus costos en la recta final del 2020. A la lista de los que subieron sobresale el huevo y el pollo, carne de res, electricidad, gasolina de bajo octanaje, televisores, servicios turísticos, vestidos, faldas y pantalones para niñas, y pantalones para hombre.
Además, en el último reporte del sector de franquicias se confirmó el cierre definitivo de 300 y el despido de todo el personal; algunos de estos negocios se fueron a la quiebra desde abril y otros más llegaron con número rojos hasta noviembre.
El presidente de la Red Mexicana de Franquicias en Puebla, Francisco Lobato Galindo, confirmó que el 20% de las mil 500 franquicias que estaban en operaciones hasta 2019 bajaron sus cortinas y no podrán reanudar actividades para 2021.
En medio de estas cifras, un buen número de comerciantes usaron las redes sociales como herramienta para vender sus productos, como es el caso de la comida, ropa, zapatos, entre otros, a través de Facebok, WhatsApp, Rappi y Uber Eats.
Mientras que el transporte público se vio también obligado a modificar su horario, cupo y las medidas para el traslado de pasajeros, aunque por momento desacataron las restricciones, y desde ayer y hasta el 11 de enero de 2021 tiene permitido operar hasta las 8:30 de la noche.
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