Por mis pistolas

Todos los días vemos actitudes extremas del presidente de la República que comunican con toda claridad que aquí se hace su voluntad. No importa la ley, carece de relevancia el marco de derecho, él hace, instruye, dispone de acuerdo a su santa voluntad y capricho.

Obsesionado con un proyecto de transformación que no transforma, el país sigue siendo esencialmente el mismo, salvo que con más millones de pobres, muchos cientos de miles de muertos por la torpeza irresponsable del sector salud, y el deterioro diario de instituciones y valores democráticos.

Gira instrucciones a los legisladores, ¡qué caray! Si para eso son sus empleados: “Ni una coma se modifica al proyecto de reforma eléctrica”, no importa que sea ilegal, que viole la Constitución, que se sostenga sobre las premisas falsas de los extranjeros ladrones o que la pretensión de recuperar un monopolio eléctrico sea absurdo por controlar el mercado y las tarifas, además de contaminar gravemente el medio ambiente. Por sus pistolas, se hace como ordena.

No importa que la Corte haya fallado en contra, al calificar como indebida la política de la Secretaría de Energía que otorga unas serie de beneficios y ventajas a la CFE: por sus pistolas, hay que regresar al pasado porque tiene la oscurantista idea de que fue mejor un monopolio eléctrico y otro petrolero.

Por sus pistolas, no usa cubrebocas, aunque lo recomiendan todos los organismos de salud internacionales, como medida preventiva eficaz y probada contra el contagio. A él no le importa y envía un distorsionado ejemplo a una población que se contagia por miles todos los días

Por sus pistolas, la Fiscalía General de la República otorga miles de millones de pesos (tres mil para ser exactos) sin licitación ni concurso alguno. No sólo viola la ley y pasa por encima una serie de reglamentaciones, sino además, vaya usted a saber quiénes son los beneficiados con dichos contratos.

Por sus pistolas, se inaugura una base aérea apenas remodelada y una pista aérea que ya existía, para enviar el mensaje simbólico de que el aeropuerto de Santa Lucía ya está operativo. Otro símbolo revestido de falsedades. No hay terminal para pasajeros, no hay pistas secundarias y de rodaje, no hay vía de acceso al nuevo aeropuerto. El gobierno de los símbolos que se diluyen y se evaporan.

Por sus pistolas, se negocian delitos y cargos con los acusados del sexenio, símbolos de una corrupción que asegura haber eliminado. Alonso Ancira promete devolver 200 millones de dólares (termina la negociación en 219): la moneda de cambio, su libertad.

La defensa de Rosario Robles acepta negociar el retiro de cargos por parte de la Fiscalía a cambio ¿de?... no sabemos, pero seguramente implicará la revelación de una serie de datos que puedan implicar a otros personajes.

La justicia es política, no el ejercicio jurídico de la sanción a delitos cometidos y las sentencias aplicadas. Aquí se trata del circo, del espectáculo, aunque Emilio Lozoya permanezca en su residencia lanzando denuncias y acusaciones que no se sostienen. El acusado que acusa, para repartir las culpas y el régimen se lo permite.

Por sus pistolas, se tiran miles de millones de pesos en medio de una crisis sanitaria a la construcción de una refinería que no necesitamos, de un tren peninsular de ornato y al rescate de la paraestatal de petróleo que merecería una reestructuración completa para ver si alcanza la competitividad en los mercados internacionales.

Por sus pistolas, permanecen los impresentables e ineficientes de Jorge Alcocer y Hugo López-Gatell, responsable del mayor crimen sanitario en la historia de México.

Por sus pistolas, el plan nacional de vacunación estará operado por los “Servidores de la Nación”, ese ejército (27 mil integrantes declarados) de acción electoral bajo las órdenes del presidente. Por sus pistolas, la vacuna será instrumento de proselitismo electoral, bajo la bandera ficticia de “primero los pobres”. Ahí tiene usted la escandalosa renuncia de la directora de vacunación con más experiencia en este país el pasado 16 de enero, por negarse a dispensar la vacuna con fines partidistas.

López Obrador no escucha a nadie. No presta atención a ningún consejo o voz que no sea para reafirmar su visión. Rechaza a expertos, niega peticiones a académicos e intelectuales, cierra la puerta displicente a toda postura que lo invita a la reconsideración.

Fustiga, acusa, descalifica, señala como opositores, conservadores, defensores de privilegios del pasado a todos quienes lo invitan a reflexionar la estrategia de salud, que sólo ha causado 168 mil muertes hasta ayer. Revisar la estrategia energética que va a contrapelo del mundo, al desechar energías limpias y preferir el carbón y la contaminación como vía.

Gobierna por sus pistolas, no por consenso, no por acuerdo, no por el extenso respaldo electoral que obtuvo en 2018 y que se degrada todos los días. Gobierna por su voluntad, convencido de que él y sólo él sabe el curso que debe seguir la nación. Un iluminado, el gobierno del hombre solitario.

Columna de Leonardo Kourchenko

El Financiero