Se trata de la jornada más sangrienta desde el golpe de Estado, el 1 de febrero, de acuerdo con la ONU, que advirtió sanciones
Al menos 38 manifestantes prodemocracia murieron ayer en Birmania a manos de las fuerzas de seguridad, que usaron municiones reales para reprimir las protestas, en una espiral de violencia tras el golpe de Estado militar en el país.
Lee AMLO presenta el plan de la Secretaría de Seguridad y Protección CiudadanaLa emisaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Birmania, Christine Schraner Burgener, instó a los miembros de la ONU a tomar “medidas muy duras”.
Tuve una discusión con el ejército y les advertí que los Estados miembro y el Consejo de Seguridad podrían tomar medidas enormes y fuertes”, declaró en rueda de prensa virtual.
La jornada de ayer fue “la más sangrienta” registrada en Birmania desde el golpe de Estado del 1 de febrero, subrayó la emisaria.
La jornada del domingo también fue mortal con al menos 18 manifestantes fallecidos, según la ONU.
Este miércoles, tras disparar gases lacrimógenos y balas de goma, las fuerzas de seguridad volvieron a recurrir a las armas de fuego para dispersar las concentraciones de opositores en Rangún, la capital económica, además de ciudades como Monywa, Mandalay o Myingyan.
Foto: rtve.es
cdch
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