Se trata de los medicamentos hurtados en una bodega de Iztapalapa el pasado 4 de octubre, revela Proceso
Mientras los niños con cáncer y sus familias padecían el desabasto en 2020 –situación que sigue sin solución–, el medicamento oncológico que requerían permaneció cuatro meses guardado en una bodega de Iztapalapa, antes de que fuera robado el 4 de octubre último, según lo revela el expediente sobre el caso.
Lee Exigen medicinas para niños con cáncer y bloquean aeropuertoLos documentos a los cuales Proceso tuvo acceso también desnudan una serie de irregularidades: inconsistencias en testimonios y reportes, tampoco coinciden los lotes que registró el fabricante de los medicamentos oncológicos con los dados a conocer por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), cuando emitió la alerta sanitaria –cinco días después de denunciado el atraco–, así como el cambio de último momento en la dirección del lugar de resguardo del producto.
De acuerdo con el expediente del caso, abierto por la Fiscalía General de la República (FGR), pero que también contiene diligencias de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, los medicamentos oncológicos empezaron a llegar a México desde el 11 de junio de 2020, procedentes del laboratorio argentino Kemex S.A., para la empresa mexicana Novag Infancia, y fueron enviados a una bodega en la alcaldía Iztapalapa.
Según el testimonio del apoderado legal de la empresa Novag Infancia, S.A. de C.V., José Martínez Villela, durante la madrugada del 4 de octubre de 2020 un grupo de personas ingresó por la fuerza a la bodega ubicada en el Antiguo Camino a Culhuacán, número 100, en la colonia Santa Isabel Industrial, Iztapalapa, donde amagaron al personal de la misma para robarse el medicamento oncológico.
Explicó que le informaron –no detalla quién– que las personas desconocidas ingresaron al lugar en vehículos tipo tráileres con remolques, para llevarse las medicinas y otros bienes propiedad de la empresa, por lo que, una vez enterado del robo, el mismo día acudió con testigos a denunciar los hechos ante la fiscalía capitalina en Iztapalapa.
Sin embargo, aclara, no fue atendido porque en aquella ocasión no presentó la documentación original que lo acredita como apoderado legal de la empresa. Por tal motivo, al día siguiente pudo interponer la denuncia formal, según lo publicó Proceso este lunes.
Foto: archivo m
gse
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