El gobernador Miguel Barbosa indicó que se dialogará con las personas que resulten afectadas por el aumento del perímetro en Juan C Bonilla y si es necesario indemnizarlos así se hará
A través de estudios hechos por el Instituto Politécnico Nacional, se han detectado más “oquedades” junto al socavón de Santa María Zacatepec, en Juan C. Bonilla, por lo que ampliará el perímetro de seguridad para evitar que personas se acerquen y se generen riesgos.
Lee Socavón de Juan C. Bonilla ya se come hasta el camino de accesoDe esta forma se plantea de forma inicial un polígono circular de 1 mil 780 metros, en una superficie de 25 hectáreas, cuyo cercado con malla ciclónica iniciará el lunes y se estima que concluya en 10 días.
El gobernador Miguel Barbosa Huerta indicó que se tomarán acuerdos por escrito con las personas que resulten afectadas por el crecimiento del perímetro y si es necesario indemnizarlos así se hará.
La secretaria de Medio Ambiente, Beatriz Manrique, dijo que la primera fase de los estudios geofísicos, tomográficos, sondeos eléctricos o hidrológicos en torno al socavón se practicó en un área de 25 hectáreas a partir del 3 de junio. Y hoy hay una segunda fase con mecánica de suelos.
Las primeras tres posibles causas del socavón son el tipo de sedimentos naturales que hay en la zona, los elementos climáticos y las actividades humanas ligadas a la “intensiva” extracción de agua.
Expuso que estos tres motivos ocasionaron que el suelo llegara a su límite de resistencia y se llegara al colapso.
Se han identificado oquedades a través de sondeos eléctricos en el subsuelo, por lo que se plantea agrandar el primer perímetro de seguridad.
Ahora se deberá monitorear para prevenir un desastre, actualizar los atlas de riesgo de los municipios cercanos, fomentar el ordenamiento territorial, actualizar los planes de desarrollo urbano y mantener los estudio geológicos e hidrológicos.
Sobre el agua al interior del socavón, se detectó que no es residual ni sulfurosa, sino apta para el consumo humano.
Además se confirmó que no sólo existen en la zona 47 pozos para extraer agua, ya que se han encontrado muchísimos más artesanales para uso doméstico y agrícola.
Detalló que en la zona el 80 por ciento de los pozos son para uso agrícola, 15 por ciento para labores domésticas y 5 por ciento para actividad industrial.
Se detectó que por las condiciones del suelo y la extracción de agua, se llevaron elementos como tierra y dejaron sólo arena.
En cuanto a las condiciones climáticas, se destacó que hubo tres años de sequía intensa, y este 2021 las lluvias se dieron en 85 por ciento por encima del promedio, lo que al conjuntarse la erosión natural hizo que se colapsara el suelo por ser sumamente arenoso.
Advirtió que existe una disminución de 8 metros en el nivel de donde se extrae el agua, de los cuales se perdieron tres metros en los últimos dos años.
Por otra parte se indicó que la mayoría de los productores afectados por tierras y cosechas ya fueron indemnizados y sólo falta uno por cobrar, así como la reposición de la vivienda colapsada por el socavón.
El gobernador Miguel Barbosa Huerta expuso que los estudios completos de esta primera fase serán dados a conocer de forma pública este mismo jueves para que la población pueda consultarlos.
Asimismo reiteró que el gobierno estatal no tiene ningún plan de desarrollo inmobiliario o industrial en esa zona “como algún vividor lo dijo”.
Foto: DJI Puebla
gse
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