Las nuevas reglas fiscales a las que México se apega se enfocan en definir si las facturas emitidas por las empresas, sin importar su tamaño, están fundamentadas en su operación
Las nuevas reglas fiscales a las que México se apega como integrante de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se enfocan en definir si las facturas emitidas por las empresas, sin importar su tamaño, están fundamentadas en su operación.
Lee Así se cotiza el dólar este 27 de julioEs decir, a partir de este año el SAT, bajo la tutela de Raquel Buenrostro, tendrá la facultad de pedir a cualquier empresa la justificación de las facturas que considere están fuera de su rango de trabajo. O bien, si emitió o recibió una factura con alguna empresa enlistada por el SAT como falsa, deberá justificar el porqué de ese comportamiento.
A las empresas se les fijará un plazo de dos semanas para aclarar ese proceder.
Medida a la que se apega México al igual que 95 países, mediante un convenio multilateral de tratados fiscales, el cual tiene, entre otros puntos, la inclusión de manera local de la cláusula antilavado.
Tema que traerá orden y regulación en lo fiscal, o ese es el objetivo que impulsó José Ángel Gurria desde su llegada a la OCDE, también ex secretario de Hacienda en México.
Todo parece correcto, el gran problema es que en países donde ya se aplica, como es el caso de Brasil, los problemas recaen en que no existe un orden en la mayoría de las pymes, las que en su mayoría no realizan todos sus procesos vía contrato u orden de compra, lo que vuelve complejo comprobar todas sus operaciones.
Además, el buzón tributario no es muy consultado. De ahí que la cultura fiscal deberá tomarse con mayor seriedad y cuidado. Esperemos que las autoridades no hagan de estas medidas una persecución fiscal. Es por demás relevante definir los parámetros con los que se trabajará, porque en México se es culpable hasta no comprobarse lo contrario.
Así que veremos cómo se desarrolla el tema en México, porque el modelo de riesgo se construye permanentemente.
En el mediano plazo la parte fiscal es un foco de preocupación, por el crecimiento potencial en el gasto público.
El presidente Andrés Manuel López Obrador está en su postura de no adquirir mayor deuda y mantener estables las finanzas públicas, pero el aumento desmedido y acelerado de programas sociales es una bomba fiscal para la siguiente administración, que llegará en 2024.
La única salida podría ser una enorme reforma fiscal que vaya directo a las finanzas de las empresas y personas cautivas, debilitando aún más la recuperación interna.
MÁS EN TARJETAS BANCARIAS. En diciembre la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) emitió un dictamen preliminar en el que identificó barreras a la entrada y medidas correctivas para evitar los altos precios para los comercios, la pobre calidad en el servicio y la obstaculización a la innovación en medios de pago vía tarjetas bancarias.
Como parte de las medidas correctivas se encuentra la obligación de que los grandes bancos extranjeros dejen de dominar las dos únicas cámaras de compensación en el mercado (E-Global y Prosa).
No obstante, en el Senado avanza un punto de acuerdo –ya fue turnado a comisiones– para que, de manera urgente, la Cofece inicie también una investigación y castigue las posibles prácticas anticompetitivas.
Los indicios de prácticas monopólicas parten del hecho de que BBVA y Citibanamex, que concentran un 60% del mercado en terminales punto de venta y emisión de tarjetas, tienen también la copropiedad de E-Global, la principal cámara de compensación.
Columna de Marielena Vega
El Financiero
Foto: Archivoe
cdch
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