El presidente tiene mucha razón de estar molesto, él no lo puede todo. ¿Habrá cambios en el gabinete rumbo al 2024?
Una buena decisión tomo el señor presidente, López Obrador al pasar un fin de semana en su finca de Palenque para, cómo dijo él, “necesito también ver mis árboles, escuchar a los pajaritos y a las guacamayas, me hace falta” aprovechar hacer ejercicio y veganismo, diría yo.
Lee EN VIVO AMLO visitará Veracruz tras paso de huracán GraceÚltimamente se le ha visto muy alterado, molesto y preocupado al compañero y presidente y camarada, situación que preocupa, al jefe del Ejecutivo se le necesita fuerte, saludable y lucido para enfrentar la dura tarea de gobernar por el bien de México por la cual se le eligió.
Andrés esta muy ensimismado en lograr la Cuarta Transformación, pero en esa intención ha estado demasiado ocupado y perdiendo la visión y la confianza de quienes lo apoyan y del “pueblo bueno.” Esta tan preocupado que piensa que sólo es él y nadie más que él único que puede sacar este país adelante.
La responsabilidad que se ha echado encima AMLO, la cual es más pesada que la piedra que el Pípila cargo para quemar la puerta de la Alhóndiga de Granaditas donde se encontraba el Ejército Realista. Nuestro camarada debe confiar y delegar en sus colaboradores responsabilidades para los cuales los designó.
Hay que cuidar que su orgullo y egocentrismo no lo cieguen en perjuicio de su responsabilidad de gobernar. Como lo dijera Thomas Jefferson, el orgullo nos sale más caro que el hambre, la sed y el frío. El compañero presidente debe dejar de lado su orgullo y su vanidad, relajarse para tomar mejores decisiones.
Frustran los resultados
Ante la adversidad y los malos resultados por los cuales atraviesa actualmente su gobierno, ahí entendible su desesperación, él debe de reflexionar y retomar sus propias recomendaciones, sobre todo algo de las tantas cosas que ha repetido durante sus mañaneras: Los políticos no somos todólogos, necesitamos de la asesoría de los especialistas para no cometer errores y confiar en sus colaboradores y cambiar a quienes han mostrado una rotunda ineptitud.
AMLO, ante la incapacidad de gran parte de sus principales colaboradores se ha tenido que convertir en ingeniero petrolero y ante los malos resultados de su empresa insignia, ha tenido que salir explicar que no tiene ninguna ciencia de cuando acá se requiere tanta ciencia para extraer el petróleo, eso lo han hecho siempre los técnicos los trabajadores petroleros mexicanos es perforar un pozo como si se fuese a extraer agua nada más que no a 30 metros sino a tres mil a cinco mil metros.
Falta lana
Ante la insuficiencia de fondos para financiar sus programas sociales, sus obras faraónicas y sus consultas ciudadanas, AMLO también se ha tenido que convertir en secretario de Hacienda y buscar de donde pueda obtener recursos, como su propuesta al aire que lanzó para utilizar la reserva internacional del FMI para pagar la deuda del país que levantó una dura polémica con su amigo el subgobernador del Banco de México, Gerardo Esquivel. Para suavizar las cosas tuvo que salir el Gobernador Alejandro Díaz de León a dar una salida prudente a esa polémica.
También, se ha convertido en presidente de la Suprema Corte de justicia de la Nación, pretendiendo que los juicios de inconstitucionalidad de sus propuestas como la imposición de una Ley de la Industria Eléctrica, la ampliación de mandato del presidente de la Corte, se declaren constitucionales, pero al parecer, su Consejero Jurídico no ha realizado su tarea y sus conocimientos legales y Constitucionales han dejado mucho que desear y han puesto a AMLO en entredicho.
Aparece también la reforma Constitucional sobre la Revocación de Mandato realizada al chilazo que dejo muchos cabos sueltos y que a la hora de las decisiones resulta, a la luz de todo mundo que, está mal realizada, desde su origen que viene de la Consejería Jurídica como por su partido Morena que la aprobó a ciegas con el temor de contradecir al inquilino del Palacio Virreinal.
Para hacer la ley reglamentaria, le urge corregir los vacíos darle forma legal y que está sea congruente con la Constitución y así evitar que se discuta nuevamente en el pleno en el siguiente periodo ordinario de sesiones donde podrá salir algo totalmente contrario a su interés.
Quiere cariño y validación
De ahí su urgencia porque se diera un periodo extraordinario, que no pudo lograr, porque en su diseño de gobierno le quito facultades a la secretaria de Gobernación que históricamente era la dependencia encargada de negociar con el Poder Legislativo. Esa tarea se la quedó el presidente y finalmente quedó rebasado y no logró una buena negociación ni con su partido ni con los partidos aliados.
También se ha tenido que convertir en el secretario de Seguridad Pública, es quien incluso tiene que negociar con los principales criminales del país, establecer relación con grupos del crimen organizado, tomar decisiones como cuando se liberó a Ovidio Guzmán, ya que quien era su secretario de Seguridad, no pudo ni siquiera planear un operativo, el cual resultó un verdadero fiasco y quemón para el presidente.
AMLO tiene mucha razón de estar molesto, él no lo puede todo y de esa forma tampoco puede hacer crecer las responsabilidades de su gobierno pensando en que la Iniciativa Privada, la clase media, son rateros, aspiracionalistas y que el pueblo bueno es ajeno a ellos.
El presidente requiere descansar y replantear con quien puede y debe seguir en la segunda mitad de su administración por el bien de él que tiene que llegar sano a septiembre de 2024. México requiere de un presidente sano y fuerte.
Columna de Manuel Díaz
sdpnoticias.
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