Fueron largos meses en los que la respuesta fue siempre la misma: no.
No vacunarían a menores de 18 años, aunque la evidencia y la tendencia en el mundo dijeran lo contrario. Incluso una vez que la Cofepris avaló la aplicación de la vacuna Pfizer a partir de los 12 años. No y no.
Lee Se unen para reforzar y resolver escasez de medicamentosHace tres semanas, Hugo López-Gatell dio una de sus declaraciones más incendiarias y peligrosas, no sólo a nivel sanitario, sino también por la manera en cómo alimentó un discurso de odio: “Ni en México ni en el mundo se ha mostrado que sea una población de especial riesgo, ni en México ni en el mundo. Aquí hemos mostrado datos de la vigilancia epidemiológica de México y se ve claramente que por debajo de los 18 años de edad existe un riesgo mucho menor de tener enfermedad covid, sobre todo la enfermedad grave, y un riesgo casi nulo de morir por covid. No hay duda alguna que cada caso en particular, cada persona que enferma, se hospitaliza o pierde la vida, adulto y niño, nos duele…”, expresó en conferencia en Palacio Nacional.
Sin embargo, no le quedó de otra, y hace un par de días en entrevista con La Jornada giró la narrativa un poco: “Tenemos identificados a un millón de personas de 12 a 17 años con cáncer (leucemia, linfoma, tumores sólidos), insuficiencia renal o hepática, VIH/sida con trasplante de órganos, enfermedades congénitas y otras que disminuyen el sistema inmunológico”. Siempre sí, pero sólo a los que él considera población vulnerable (y porque la falta de medicamentos los pone en mayor riesgo).
Esto al tiempo en que corrían rumores sobre su posible renuncia, misma que desmintió afirmando que hay una excelente relación con otros miembros del Gabinete y del equipo de la Cuarta Transformación, como la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. Paralelo a estos dimes y diretes que el subsecretario de Salud parece disfrutar, en varias regiones del país, padres de familia le recordaban la utilidad y lo necesario que es el Estado de derecho. En Oaxaca, Veracruz, Morelos y en la Ciudad de México, familias recurrieron a las leyes para exigir la garantía de unos de los derechos esenciales de cualquier ser humano, el de la salud. Previo al regreso a clases y con la incertidumbre de no saber hasta cuándo viviremos bajo estas condiciones y el riesgo que implicó regresar a las aulas, comenzaron a promover amparo para obligar a las autoridades de Salud a aplicar vacunas en menores de edad.
Después de mucho batallar, después de esa suerte de insultos que el subsecretario les lanzó a todos aquellos que se amparaban, responsabilizándolos de quitar a otra persona una vacuna, declaraciones llenas de tanta mezquindad, finalmente comenzaron a hacerse efectivos estos recursos y a las autoridades no les quedó de otra que inmunizar.
Lo logró Zulma, en Veracruz, una menor que padece diabetes, pero que a Hugo López-Gatell no le pareció ser parte de la población vulnerable; también Pepe, el pequeño de Morelos que tardó más de un mes en hacer efectivo su amparo, así como otros menores en distintas entidades y a cuyos casos dimos seguimiento en Imagen Noticias. Ellos lo lograron, pero la obligación del Estado es garantizar que todos tengan acceso a su inmunización sin tener que recurrir a procedimientos legales, que además resultan ser sumamente burocráticos, ya no sólo la resolución, sino también en su ejecución. Ellos que le agradezcan al Estado, sí, pero al Estado de derecho, pues gracias a ello lograron hacer efectivo lo que tendría que llegar sin mayor problema a través de una estrategia de vacunación bien ejecutada. En la Ciudad de México se han concedido al menos 250 amparos para inmunizar a más de 300 niños y adolescentes. En contraste, en países como China, Emiratos Árabes Unidos e Israel, la vacuna está garantizada para mayores de tres años; en Chile para mayores de seis; en Alemania, Australia, Canadá, Dinamarca, España, EU, Francia, India, Italia, Japón, Noruega y Suiza, las dosis están disponibles a partir de los 12 años. Según lo informado por el canciller Marcelo Ebrard, México ha recibido hasta el día de ayer 106 millones 251 mil 895 dosis, qué lástima que el sesgo político que abunda en la subsecretaría de Salud no haya permitido que la aplicación de las vacunas haya avanzado al mismo ritmo que la llegada de éstas.
Columna de Yuriria Sierra
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