¿Por esto votaron? Ignacio (Nacho) Ovalle

Resulta que cuando AMLO lo nombró director de Liconsa, no tardó en hacer lo suyo. De acuerdo con la información de Mexicanos Contra la Corrupción, Liconsa asignó con cinco días de diferencia dos contratos por hasta cuatro mil millones de pesos a una empresa sin experiencia en el ramo lechero, en la que se involucran personajes ligados a dirigentes de MC, partido donde militaba Ovalle antes de incorporarse a la administración de AMLO. La empresa, fue fundada por Alejandro Puente Córdova, un empresario de telecomunicaciones ligado a actos de corrupción durante el sexenio de Felipe Calderón.

El desfalco

La revisión de la cuenta pública de 2019 arrojó información sobre un desfalco al erario por tres mil 27 millones de pesos, equivalentes al 37.5% del presupuesto público que ejerció ese año la nueva Conasupo, la denominada Segalmex, que dirige el controvertido Ignacio Nacho Ovalle.

La Auditoria Superior de la Federación solicitó entonces la intervención de la Secretaría de la Función Pública para aclarar la Cuenta Pública de ese año, debido a que Segalmex tampoco tiene registro de los apoyos y subsidios entregados a productores de leche ni del pago de 134 millones de pesos que se otorgó a 691 “grandes” productores que excedieron el tonelaje permitido.

Las inversiones

Se supo que durante sus dos primeros años, Segalmex, conocida como la Conasupo de la 4T, otorgó casi 800 millones de pesos en adjudicaciones directas a una red de seis empresas cuyos socios han participado en empresas fantasma y en manejos irregulares en el ISSSTE y en la SEDATU, además trascendió la participación de un socio y operador de tres de esas compañías, en una “facturera” identificada oficialmente por el SAT como simuladora de operaciones.

Otro asunto importante es el que investiga la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, respecto a la compra de instrumentos financieros por parte de Segalmex, ya que, aparte de violar las leyes en materia de administración de recursos públicos, se convirtió en un esquema para desaparecer miles de millones de pesos del erario y se dice, supera a la “Estafa Maestra”.

Se habla que Segalmex al mando de Nacho Ovalle invirtió esos recursos en la Casa de bolsa de CI Banco a través de un intermediario que presuntamente garantizó el retorno de los fondos, la Financiera CORAFI, propiedad del empresario chiapaneco René Dávila de la Vega. También se identificó a intermediario financiero con la razón social Estratégica Corporativa en Finanzas que pertenece al Grupo Escorfin, del yucateco Roberto Guzmán García.

Otra de las linduras de Nacho Ovalle es la que tuvo con Alejandro del Valle, dueño de la quebrada Interjet y cercano en un principio a la 4T. Del Valle hoy se encuentra preso por defraudación, pero su paso por la 4T incluyó el establecimiento de puntos de venta para Segalmex, la responsable de vender bienes a precios preferenciales para la población en situación de pobreza.

Hay favores personales que cruzan la línea de lo que se tipificaría como “conflicto de interés”, porque luego se supo que Gabriel García habría recomendado a la hija de Ovalle para un alto puesto en Interjet.

Pero, quién es realmente Nacho Ovalle y de dónde viene.

Ovalle inició su carrera política en la época de Gustavo Díaz Ordaz, responsable junto con su secretario de Gobernación, Luis Echeverría, de la matanza del 2 de octubre. Ovalle en aquel momento era presidente de su generación en la Facultad de Derecho de la UNAM. Ya como presidente y gracias a los servicios que prestó durante el movimiento del 68, Luis Echeverría lo nombró su Secretario Particular y luego Subsecretario de la Presidencia, después, con José López Portillo, fue director general del INI y responsable de COPLAMAR.

El “dream team”

Regresó a las ligas mayores con Carlos Salinas, quien lo hizo director de la extinta Conasupo de la mano del “hermano incómodo”, Raúl Salinas. Como director de Conasupo Nacho Ovalle conjuntó un “dream team” diseñado para realizar una corrupción sin precedentes:

Raúl Salinas, director de Planeación de Conasupo tenía la función de determinar las necesidades de compra de granos en el exterior y decidir a quién se comprarían. Juan Manuel Pasalagua Branch, director de Comercialización y cuñado del “hermano incómodo”, se encargaba de las compras internacionales y tenía como director de Finanzas a Javier Jiménez Espriú, el hijo del exsecretario de la SCT de AMLO, quien posteriormente fue sustituido por otro personaje más allegado al “hermano incómodo”, Julio César Ruiz Ferro, quien luego se convirtió en gobernador interino de Chiapas.

Este flamante equipo dirigido por Nacho Ovalle dejó una huella imborrable, fueron los responsables de comprar la famosa leche radioactiva a la Irish Dairy board que en México estaba representada por el compadre de Raúl Salinas, el mismo compadre que también vendió a Conasupo “el frijol chino” que no servía ni de forraje ni para consumo humano.

En la edición 698 del semanario Proceso, se documentaron las desmesuradas importaciones de leche en polvo efectuadas por la CONASUPO, mismas que convirtieron a México en el principal comprador de leche en el mundo, dejando en la ruina a muchos ganaderos.

También Ovalle y su dream team, adquirieron un maíz contaminado con aflactoxinas que no era apto para consumo, ni animal ni humano que provocaba cáncer, mataba al ganado joven y contaminaba la carne del grande que lo resistía.

Este es el calibre de corrupción de los funcionarios que encabezan el proyecto de la 4T ¿Por esto votaron?

Columna de Manuel Díaz en SDP Noticias

Fotografía SDP Noticias

clh