Obligó a más de mil 500 personas que integran la caravana a continuar la travesía caminando
Los vehículos que transitaban por la vía federal pararon de golpe; ellos no eran el objetivo, sino dos enormes plataformas que avanzaban atiborradas de migrantes de varias nacionalidades. La brusca presencia de los uniformados obligó a más de mil 500 personas que integran la caravana a continuar la travesía caminando.
Lee El INM refrenda el compromiso con la caravana de migrantesLos responsables del convoy de la Guardia Nacional hicieron el alto a los traileros y les ordenaron bajar a los migrantes, bajo el argumento de que “ponían en riesgo su vida” ante la posibilidad de que los fuertes vientos que soplan en la zona los derribaran.
La caravana de migrantes que atraviesa el territorio oaxaqueño desde el domingo 7 de noviembre partió el viernes pasado de la población de Santiago Niltepec, pero en esta ocasión trepándose a las camionetas y tráileres que transitaban en la zona.
Las autoridades de Salud, del Instituto Nacional de Migración, la policía municipal de Niltepec, así como Protección Civil estatal, quienes no pudieron frenar al contingente bajo el argumento de respetar sus derechos humanos, tras haber caminado más de 31 kilómetros sobre la carretera Panamericana.
Pero ellos se negaron porque argumentaron que es una estrategia del gobierno federal para frenar su caminata por el territorio oaxaqueño.
El responsable del área de Urgencia y Desastre de la Jurisdicción Sanitaria 2, Fernando Molina Crispín, informó que la caravana rechazó las pruebas rápidas de Covid y dengue, así como el ofrecimiento de cubrebocas y atención médica a enfermos sintomáticos, asegurando que cuentan con cuatro médicos que los atienden.
La caravana avanza 22 kilómetros más en tráileres y camionetas por la región del Istmo de Tehuantepec. En su tránsito por Oaxaca ha descansado en Los Corazones, Chahuites, Tapanatepec, El Jicaro, Zanatepec, Río Ostuta y Niltepec. El contingente de más de 3 mil 500 personas partió de Tapachula, Chiapas, el 23 de octubre pasado.
Al menos 800 personas migrantes de varias nacionalidades que conformaban la caravana desertaron y aceptaron las tarjetas de visitante por razones humanitarias y de residente permanente que les otorgó el INM.
Fotografía: otros mundos
pot
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