Fe y devoción a la virgen de Guadalupe, demuestran alpinistas que participa en la edición 60 de la Rosa de Plata
Ciudad Serdán, Pue.- La edición número 60 de la peregrinación alpina Rosa de Plata, salió la mañana del sábado al volcán Citlaltepetl, un promedio de 300 alpinistas de la región y de diferentes puntos del país, retomaron esta tradición luego de ser suspendido el año pasado por la pandemia.
Lee Alpinistas peregrinos inician ruta de la Rosa de Plata en el CitlaltépetlDespués de la misa de siete de la mañana los montañistas colgaron la mochila al hombro y con fe y devoción, iniciaron el camino a la cumbre del majestuoso Citlaltepetl.
José Alberto Marín Peña, alpinista de grupo Xacmol de la Ciudad de México, es el padrino de la Rosa de Plata.
“Un gran honor porque es una devoción que le tenemos a la Virgen de Guadalupe, esta Rosa la pidió mi padre en vida y me enseñó que siempre hay que subir con fe”, afirmó José Alberto, padrino de la Rosa de Plata.
Varias generaciones han participado en esta peregrinación a la virgen morena, que a diferencia de las demás no llega a un templo católico, sino a la cima del Citlaltepetl, ahí cerca del cielo.
Viridiana Aquino, participa por tercera ocasión en la peregrinación alpina, a su corta edad ha logrado cumbres y va por una más.
“Es una experiencia que se ha quedado como herencia. Yo la primera vez no hice cumbre y fue la segunda ocasión que llegueéa la punta porque está claro que debe haber devoción” puntualizó Viridiana Aquino.
Mochilas con la imagen de la Virgen de Guadalupe bordada, con el banderín del club alpino al que se pertenece es parte de esta fraternidad que inicia la mañana del 11 de diciembre y culmina el 12 regresando a escuchar misa de siete de la noche.
Grupo pingüinos, Morsas, Choforos, Xacmol, ente otros, son los fundadores de esta peregrinación que nació hace 60 años.
El itinerario inició este sábado 11 de diciembre saliendo de la parroquia de san Andrés, en ciudad Serdán, con rumbo al volcán Citlaltepetl.
En la madrugada del domingo los alpinistas inician con el ascenso para lograr la cumbre, posteriormente el descenso para llegar a misa de siete de la noche el 12 de diciembre.
Es así, como se desarrolla la peregrinación alpina en honor a la virgen de Guadalupe, un acto de fe, diferente al que se realiza en otros puntos del país.
Fotografía Especial
clh
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