Banxico tendrá que subir sus tasas de interés para enfrentar la inflación y, al parecer, México aún no está exento de la ‘cuarta ola’ de COVID-19
Ayer fue el turno de la Reserva Federal y hoy lo será del Banco de México.
Lee Tacho viajando en Viva AerobusTendrá que subir las tasas de interés para hacerle frente a la inflación más elevada de las últimas dos décadas en el país.
Hay duda de si será de un cuarto de punto o de medio punto. Pero habrá incremento y no es nada remoto que sigan los incrementos el próximo año.
La Reserva Federal ya considera que la inflación que se vive en Estados Unidos es quizás menos transitoria de lo que pensaba y que se mantendrá por niveles elevados en los siguientes meses.
Eso implica que, probablemente, en lugar de un incremento de tasas en el próximo año, tendremos tres.
El reto, además, será asegurar que el proceso sea terso y no genere inestabilidad, no sólo en Estados Unidos sino a escala internacional.
Algunos expertos consideran que, si bien no es imposible que las cosas transcurran sin sobresaltos, el escenario más probable es que éstos se produzcan por lo complejo de la situación financiera global.
Con la decisión anunciada ayer por la Reserva Federal, al término del primer trimestre del próximo año prácticamente ya se dejaría de inyectar dinero a la economía y seguramente empezaría un ciclo alcista de las tasas de interés.
Para países como México el reto será por partida doble, pues deberán diseñar estrategias defensivas para mitigar los efectos desestabilizadores que este proceso traerá consigo, y al mismo tiempo alinear sus procesos internos para evitar que existan factores domésticos que contribuyan a desestabilizar la situación financiera.
En este momento, la mayor amenaza es la reforma eléctrica.
Si ya de por sí, el riesgo de crear incertidumbre era muy elevado en cualquier contexto, con el cuadro internacional que cada vez se configura con mayor claridad, sería realmente suicida continuar con la pretensión de hacer los cambios constitucionales que la iniciativa implica.
La opción de Graciela Márquez
Como ayer le comenté en este espacio, mi opinión era que la continuidad de Julio Santaella como presidente del INEGI era el mejor escenario. Y el segundo mejor era que Graciela Márquez, quien ya es integrante de la Junta y por lo tanto vicepresidente, sería la mejor de las opciones.
Lo segundo ocurrió, y creo que la doctora Márquez podrá dar continuidad al trabajo hecho por Julio Santaella en los pasados seis años y enfrentar los nuevos retos.
También, en el curso de los próximos meses, creo que dará muestras de que puede preservar la autonomía e independencia del INEGI, al margen de haber estado como titular de la Secretaría de Economía en esta administración.
La amenaza de la “cuarta ola”
Sería absurdo pretender que México va a poder escaparse de la llamada “cuarta ola” de contagios de covid-19, que ahora tiene a Europa en los máximos de toda la pandemia y que también ya comenzó con una tendencia al alza en Estados Unidos.
Será virtualmente inevitable que también le pegue a México y que a la vuelta de algunas semanas tengamos de nuevo una tendencia creciente.
Queda la duda de qué tan serio será el problema, pero la posibilidad de que nos meta de nuevo en problemas existe, por contagio a personas no vacunadas o a vacunadas también, pero con una disminución de inmunidad al paso de los meses.
El refuerzo para personas de la tercera edad es una medida adecuada, pero no va a ser suficiente para contener los contagios.
Más nos vale que el gobierno se tome en serio el tema y que no lo deje en las manos de López-Gatell, porque el país completo podría sufrir
Columna Coordenadas de Enrique Quintana en El Financiero
Fotografía
clh
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