No importando sus altas o bajas posibilidades políticas, lo que representa Roberto Palazuelos tiene en el espectro político una “razón de ser”
“Es la marca de una mente educada ser capaz de entretener un pensamiento sin aceptarlo”. ARISTÓTELES
“Something ‘bout you and the way we fit
Like the stars in the night, heat of you on my skin
Hadn't known you for long but it felt like years
From the second we met I knew things would change
Everything would change
Everything would change
Don't remember the words, I know how I felt
Is this trouble again?
(Algo sobre ti y la forma en que encajamos
Como las estrellas en la noche, calor tuyo en mi piel
No te había conocido por mucho tiempo, pero se sentía como años
Desde el momento en que nos conocimos supe que las cosas cambiarían
Todo cambiaría
Todo cambiaría
No recuerdo las palabras, sé cómo me sentí
Antes de iniciar, debo dejar algo claro: no vivo ni voto en Quintana Roo, y ni apoyo a Roberto Palazuelos ni estoy en contra de él. Me parece que es un precandidato todavía más polémico que cualquier otro contemplado hasta ahora por Movimiento Ciudadano, aún más que Samuel García que ya es decir mucho. Su discurso se acerca más a la derecha que a la izquierda o al centro ideológico del espectro. Es radical, sí. Bastante. ¿Liberal? No. ¿Conservador? Tampoco.
Es una persona a la cual se le pueden cuestionar diversas cosas, desde lo que representa, sus propuestas, algunos de sus negocios y otros muchos temas. Algunos señalan que es una barbaridad lanzar para gobernador a una persona… de la farándula y el glamour, por llamarle de alguna manera. Creo que algo hay de razón en ello, aunque no sé hasta qué punto.
Arnold Schwarzenegger y Ronald Reagan fueron buenos gobernadores de California; Carmelita Salinas lo hizo razonablemente bien como legisladora, además de ser magnífica artista y empresaria de vodevil. Claro, hay gente como Cuauhtémoc Blanco que por sí solo debía hacer descartar la noción de contemplar a alguien para ocupar un cargo en la administración pública solo por el hecho de ser popular. Y bueno, ahí tienen al presidente AMLO… Total, que no es la profesión sino los conocimientos, el proyecto, los ideales, pero sobre todo rodearse de personas que sepan de política pública lo que contribuye a ejercer de manera correcta un puesto de elección popular.
Vuelvo a Palazuelos. Aunque él diga que conseguirá la gubernatura de Quintana Roo, a partir de lo que señalan en estos momentos diversas encuestas, se ve casi imposible que alcance a la candidata puntera de Morena, Mara Lezama. Lo anterior no quita que Palazuelos incrementa el porcentaje que obtendría MC por sí solo en tan paradisíaco estado (en El Financiero, MC obtiene 9 por ciento de la intención del voto y cuando se menciona a Palazuelos el porcentaje se eleva a 13 por ciento; para MetricsMx, el porcentaje de votación pasaría del 6 por ciento a 9.5 por ciento) y que, además, va a la alza. Su fama de actor, empresario o gritón, ayuda a MC y le ayuda a él en lo particular.
Pero independientemente del resultado final que se dé en dicha contienda en junio, lo importante en mi opinión es que en muchos sentidos Palazuelos es exactamente lo contrario a lo que pugna López Obrador para los mexicanos: un niño rico, un aspiracionista, un empresario. (Si bien tiene también ciertos puntos en común con el primer mandatario como es el admirar a El Chapo Guzmán y vivir de la contradicción.)
Por lo anterior, estimo que no importando sus altas o bajas posibilidades políticas, lo que REPRESENTA Palazuelos tiene en el espectro político una “razón de ser”. Y esta es llamar y conjugar voces de muchas personas que lo que buscan política y socialmente hablando es precisamente lo contrario a Andrés Manuel. Un sector de la población que detesta lo que representa Morena y la 4T.
Cierto, siempre he criticado a los gobernantes que, como Samuel García, gestionan el servicio público a través de Instagram, la farándula y relaciones turbias de Cuauhtémoc Blanco o la irresponsabilidad rayando en criminalidad de Cuitláhuac García. En esa tónica, Palazuelos es más que ellos; maneja las redes sociales, es del mundo de la farándula y sus actitudes rayan en la superficialidad. Pero tiene otras vertientes que lo hacen significativo más allá de estos otros gobernadores: es la exacta representación de lo contrario a López Obrador en todas las demás cosas.
No se vaya a malinterpretar lo que digo; simplemente considero que Palazuelos tiene una “función” social y política que desempeñar y eso lo hace atractivo. Esto NO quiere decir que esté de acuerdo con ella, pero sí llama la atención que Palazuelos tiene un posicionamiento que podría crecer mucho en este país, conjuntando a muchas personas que están furiosas con el tabasqueño y no verían mal en irse al otro extremo. Y sí, los extremos son malos; los costos para un país de estar entre dos extremos tienden a ser muy elevados, pero ese no es el tema que analizo hoy en este espacio.
Y bajo esta lectura, no sorprende que los lopezobradoristas estén utilizando el TT “balazos no abrazos” para pintar a Palazuelos como una persona violenta (incluyendo el hecho de que hace 21 años un miembro de su escolta haya matado en legítima defensa a una persona que intentaba asesinarlo).
No voy a negar o defenderle, pero lo que es obvio es que lo que representa Palazuelos (no lo ha dicho), “balazos no abrazos”, tiene eco entre los mexicanos. Estos tres años de gobierno han demostrado que no sirve la política del régimen de “abrazos no balazos”. Ergo, quien está apoyando el tener armas en casa como defensa personal y está diciendo que el gobierno y las fuerzas públicas no hacen nada por proteger a la ciudadanía, ha ido sumando apoyos. Después de todo, Palazuelos no está equivocado por lo que a este tema se refiere.
Si uno escarba un poco más allá de su estridencia, puede encontrarse con la noción de que el precandidato por Movimiento Ciudadano tiene razón en ciertos puntos. Está tocando los nervios de la 4T en diversos ámbitos en que el gobierno no está siendo efectivo.
Ha dicho que el empresariado no tiene apoyos, que vive atemorizado por el crimen organizado, ahorcado por la burocracia y por un gobierno que no le deja respirar. Esto es, si se puede escuchar más allá de la figura estridente, se puede captar la razón de lo que clama: al sector empresarial en su conjunto, algo así como 4 millones de mexicanos, no se les apoya, mientras que la inseguridad en el país está fuera de control.
Palazuelos está tocando asuntos que fácilmente pueden generar masa crítica que se traduzcan en apoyos sociales y representaciones de todo tipo contra la 4T.
Palazuelos es, además, una persona que al igual que AMLO (o Víctor Trujillo Brozo, como recientemente constatamos) habla sin tapujos. En otras palabras, Roberto Palazuelos osa decirle sus verdades con desparpajo al presidente.
Cierto, hay gente dentro de MC está pugnando porque la dirigencia del partido no otorgue la candidatura en Quintana Roo a una persona que no representa los ideales de ese instituto político. Mas me pregunto si los emecistas ya se dieron cuenta del diamante en bruto que tienen y que coquetea pertenecer a sus filas.
Más allá del modo, en el fondo Palazuelos está cuestionando problemas serios de la gestión lopezobradorista.
Palazuelos no es Luis Donaldo Colosio Riojas ni Samuel García ni Enrique Alfaro ni Dante Delgado. Es un nuevo jugador que trae inquietudes que como sociedad no necesariamente se han podido canalizar a través de los partidos políticos. Un posicionamiento de oposición que puede mover muchas voluntades, muchos votos, y no solo para Quintana Roo.
Estamos atestiguando el surgimiento de una nueva forma de cómo cuestionar a Andrés Manuel. De plantarle cara.
Palazuelos puede ser uno de esos personajes que no solo le haga sombra al discurso de AMLO, sino que construya uno diametralmente opuesto.
Si bien el diamante negro requiere “pulirse”, su presencia puede restarle votos en Quintana Roo a Morena, pero también generar nuevas preguntas y vías para hablar de cosas a diario en el país.
Columna de Verónica Malo Guzmán
Foto Especial
clh
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