Si quiere mantener una aprobación en la capital, mayor a la que tiene en estos momentos AMLO, Claudia Sheinbaum se debe concentrar en gobernar a la CDMX
“Amores tan extraños que vienen y se van
Que en tu corazón sobrevivirán
Son historias que siempre contarás
Sin saber si son de verdad
Son amores (son amores que)
Frágiles (solo a nuestra edad)
Prisioneros (se confunden)
Cómplices (en nuestros espíritus)
Son amores (son amores tan)
Problemáticos (problemáticos)
Como tú (que se esconden bien)
Como yo (de los dos)
Tan extraños que viven negándose
Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la CDMX, tiene muchas aptitudes. No hace falta estar de acuerdo con su visión política y de gobierno, como es mi caso, para reconocerle fortalezas. Mas, para ser franca, nunca pensé que ser agente de viajes fuera una de ellas…
Quizá habría que pensar, no obstante, que ella habita ‘un amor extraño’, una nueva lógica. La señora está en campaña, en ocasiones ni siquiera por ella, más como vocera de López Obrador, si bien quizá sí pensando en el 24.
Así se entiende su anuncio del viernes pasado durante la rueda de prensa conjunta que ofreció con el alcalde de Houston, Texas, Sylvester Turner, quien visitó México.
Desconozco si lo acordó previamente con él, pero el hecho es que Claudia le propuso públicamente la posibilidad de establecer una ruta de vuelos directos Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles-Aeropuerto Intercontinental George Bush.
Evidentemente, la propuesta se inserta en los esfuerzos de promoción de la Cuarta Transformación que se continuan realizando para posicionar al alicaído Santa Lucía, y con ello al presidente López Obrador. Esto es particularmente importante a unos días de celebrarse la consulta sobre revocación de mandato en el país.
Sin embargo, dicho planteamiento expresado por la jefa capitalina tiene vertientes que en lugar de ayudar a AMLO —ya no se diga a ella misma—, perjudican.
Empezando por la parte denominémosle “técnica”: más allá de la situación específica del AIFA, en estos momentos México carece de la ‘categoría 1 de aeronavegación’, lo cual significa que no se pueden abrir nuevas rutas hacia y desde el extranjero (de importancia por lo que respecta a Estados Unidos). Claudia ha quedado como alguien que desconoce este hecho.
En segundo término, realizó una propuesta sobre algo que no es de su jurisdicción y competencia. La gobernanta de la Ciudad de México no conoce de aeronáutica. No forma parte de las Fuerzas Armadas, del gobierno del Estado de México (donde se ubica el AIFA), como tampoco de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. En ese sentido, Sheinbaum se ha tomado atribuciones que no le corresponden. Bastante extraño... a menos que la intención fuese (como ya insinué) que se hablara de Santa Lucía, de Andrés Manuel y de ella, así sea negativamente.
Pero lo realmente sorprendente, por cuanto a estrategia de comunicación se refiere, es una cuestión que no necesariamente resultó aceptable para el primer mandatario, precisamente o en la medida que atrajo los reflectores de la opinión pública. Me explico:
¡¿En serio nadie en el equipo de Claudia consideró que el cuestionado hijo del presidente, José Ramón López Beltrán, vive precisamente en la referida ciudad tejana?!
La propuesta de la jefa de gobierno, en lugar de ser una fuente de apoyo al tabasqueño o servir a la ilusión presidencial de que el AIFA tenga mayor número de vuelos, solo llevó colocar nuevamente al frente el tema del primogénito de López Obrador. El hacer una referencia indirecta al asunto de José Ramón no le ayuda a Sheinbaum con López Obrador y sí provee una razón más para hablar de la ‘Casa Gris’.
No quiero pensar que lo anterior haya sido intencional, esto es, una forma mal llevada y peor entendida para marcar distancia de José Ramón y de los López Beltrán.
Y es que para todos es conocido que en círculo íntimo del presidente de cierto modo ‘se baten’ constantemente dos grupos. Que Sheinbaum, además de ser ‘la corcholata’ de López Obrador, es también la candidata de la familia Gutiérrez Müller, del vocero Jesús Ramírez, de Antonio Helguera, Rafael Barajas “El Fisgón”, José Hernández, Pedro Miguel y de prácticamente toda el ala dura de Morena. ¿Pero es también la carta fuerte del resto de la familia presidencial?
Sugiero que Claudia se concentre en gobernar a la Ciudad de México; su migración, su comercio, su seguridad, su economía, sus servicios públicos. Cuando se lo propone, lo hace razonablemente bien.
Si quiere mantener una aprobación en la capital, mayor a la que tiene en estos momentos López Obrador o, incluso, si desea hacerla de agente de viajes, la mejor forma de lograrlo es trabajando resolviendo las problemáticas y sorteando las complejidades de la chilanga ciudad. Si llega a ser candidata presidencial de Morena, entonces sí podrá hacer campaña en todo el país, antes no.
Por ahora la jefa de gobierno debe tener mucho cuidado; la candidatura del lopezobradorismo aún NO está definida.
Columna de Verónica Malo en SDP Noticias
Foto Cortesía en SDP
clh
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