Sus rutinas se caracterizaron por hacer referencias sexuales, doble sentido, albures y lenguaje explícito popular, relatadas como una supuesta anécdota personal.
Su estilo se basaba en contar chistes sencillos, pero de manera muy detallada y extensa, por lo general incluido él mismo o alguien cercano como protagonista.
En los años 90, Polo Polo se consolidó como uno de los favoritos del público y siguió recorriendo la República Mexicana y los Estados Unidos.
El 3 y 4 de diciembre de 1994, Polo Polo presentó dos shows en el Gran Olympic Auditorium de Los Ángeles, California, con récords de asistencia.
Similar situación se repitió en el Sahara Hotel & Casino de Las Vegas, Nevada, en el Universal Amphitheater en Universal City, California, en el Emilios Ballroom en Houston, Texas, en el Celebrity Theather en Phoenix, Arizona y otros.
En México, los centros nocturnos más exclusivos como el Premier, Centro Nocturno “El Patio”, el Teatro Blanquita y el Teatro San Rafael, entre otros, lo demandaron en gigantes proporciones, mientras que el comediante sacaba a la venta producciones discográficas, que llegaron a un volumen 18.
Actualmente se encontraba retirado de los escenarios.
Foto: especial
gse
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