Delfina no es más que un simple instrumento del Grupo Atlacomulco, que con AMLO y la 4T, encontraron la oportunidad de revivir su fuerza política y económica
Toda la fuerza económica y política del Grupo Atlacomulco, en alianza con el presidente Andrés Manuel López Obrador, está impulsando a la candidata de Morena Delfina Gómez. AMLO está dispuesto a imponer, por las buenas o por las malas, a la impresentable exalcaldesa de Texcoco.
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El presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Francisco Cervantes, quien más que un aliado, es un activista del presidente y un instrumento para canalizar contratos y proyectos a la oligarquía aliada a AMLO, se ha dejado ver en los mítines de apoyo junto a los hijos del jefe del Ejecutivo o promoviendo reuniones con empresarios para ofrecer jugosos contratos en caso de que Delfina gane.
Cervantes creció y ocupó cargos públicos en el Estado de México bajo el cobijo del Grupo Atlacomulco y de la mano del expresidente de la Concamin, Francisco Funtanet Mange. En 2002, cuando Arturo Montiel era gobernador de la entidad, Funtanet Mange fue secretario de Desarrollo Económico y Cervantes Díaz su subsecretario.
Alcántara
Detrás de AMLO y Delfina, está otro integrante del Grupo, el empresario Roberto Alcántara, dueño de ETN y Viva AeroBus. Un empresario mexiquense que adquirió el extinto Bancrecer durante el gobierno de Carlos Salinas y posteriormente fue rescatado con fondos públicos.
Alcántara es cuñado de José Murat Casab, un aliado de AMLO y porro del Grupo Atlacomulco. La alianza con AMLO se gestó cuando el transportista le sirvió de “palero” para la pantomima en la inauguración del Felipe Ángeles con un vuelo de Viva Aerobus del AICM al AIFA y ahora, supuestamente, es quien iniciará los vuelos de carga al nuevo aeropuerto.
Peralta
Otro empresario miembro de la oligarquía del Grupo Atlacomulco y hoy aliado de AMLO es Carlos Peralta, dueño de Grupo IUSA e hijo del legendario Alejo Peralta, quien amasó su fortuna al amparo del que fuera secretario de Industria y Comercio en el gobierno de Adolfo López Mateos, Raúl Salinas Lozano.
La empresa IUSA propiedad de Peralta tiene como director adjunto al innombrable, Raúl Salinas de Gortari y se ha convertido en una de las consentidas de AMLO y de Bartlett. Apenas entró la 4T, IUSA recuperó el monopolio de la proveeduría a CFE a través de un contrato para suministrar medidores de baja tensión que, junto con otra empresa de la familia, Conymed, representó el 87 por ciento.
Hank
Otro importante empresario y banquero que hoy aparece ligado a AMLO, es Carlos Hank González, nieto del más grande cacique del Grupo Atlacomulco y heredero de Banorte y Maseca, dos emporios creados al amparo del Grupo.
Carlos Hank González, homónimo de su abuelo, líder del Grupo Atlacomulco, presidente de Grupo Financiero Banorte y parte del Consejo Asesor Empresarial de López Obrador, es uno de los mayores empresarios ligados a AMLO y, de acuerdo con Compranet, el tercer contratista que más dinero ha recibido del gobierno federal.
No es de sorprender
Esta alianza entre AMLO y el Grupo Atlacomulco no es nueva ni oportunista, para el tabasqueño representan lo máximo y hasta los pretende emular.
El poder del Grupo Atlacomulco se consolidó en la presidencia de Adolfo López Mateos, que sostuvo su fuerza en tres principales secretarios, cuyos descendientes ahora son aliados políticos y empresariales de AMLO. El de Hacienda, Antonio Ortiz Mena, cuñado de Raúl Salinas, secretario de Industria y Comercio y de Salomón González Blanco, secretario del Trabajo y Gobernador de Chiapas.
El hijo de Salomón, Patrocinio González Garrido, fue gobernador y secretario de Gobernación con Salinas de Gortari. Cuando su padre era secretario del Trabajo, se casó con Patricia Ortiz Mena Salinas y su nieta, Josefa González-Blanco, fue la primera secretaria de Medio Ambiente de AMLO y es la actual embajadora de México en Reino Unido.
En las ramificaciones del Grupo Atlacomulco está el grupo de los tabasqueños que desarrolló la mano derecha de Carlos Hank González, el exgobernador Manuel Gurria Ordoñez, quien, por cierto, formó al actual secretario de Gobernación, Adán Augusto López, mientras que Patrocinio acompañó en su formación a su cuñado y actual gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón.
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Al final, Delfina no es más que un simple instrumento del Grupo Atlacomulco, que con AMLO y la 4T , encontraron la oportunidad de revivir su fuerza política y económica.
Columna de Manuel Díaz en SDP Noticias
Twitter: @diaz_manuel
Foto Andrea Murcia
clh
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