El presidente desdeña la democracia y a quienes se ubican en el centro político ya que él se disfraza de izquierdista siendo un conservador extremo
¿Terminó la relación cordial entre Andrés y Marcelo? Todo parece indicar que sí.
Lee Ebrard, al límiteMarcelo Ebrard ha decidido salir del guion que marca AMLO lanzándose “por la libre”, con propuestas propias y destacando que él es muy diferente a Andrés.
Marcelo siempre ha sido el funcionario que ha dado lustre al gobierno de AMLO. Fue pieza clave en el proceso de modernización de la Ciudad de México y, en el gobierno federal, al principio fue el “súper secretario” que hacía todo, arreglaba todo y representaba a AMLO en los foros que lo acomplejan, como el G-20; lo mismo participaba en temas de huachicol, vacunas y negociaciones del T-MEC, que en el control sobre gobernadores y coordinación del gabinete, situación que molestó mucho al presidente, toda vez que el Canciller brillaba con luz propia.
El libro de Marcelo
Así, luego del discurso de Obrador en el Zócalo, Ebrard presentó en Palacio de Minería su libro, un libro que tiró por el caño la idea de polarización, recuperó el discurso en favor de las clases medias, la importancia de las relaciones internacionales, los acuerdos comerciales y la importancia del medio ambiente y del combate al cambio climático y, algo muy importante, que AMLO olvidó, negó o se opuso, la agenda progresista de Izquierda como el aborto, ecología, feminismo y los matrimonios igualitarios.
Fin de la manipulación y dedazo
Al acercarse el proceso AMLO se enfrenta con una realidad que lo coloca como el más narcisista. Un hombre profundamente autoritario incapaz de permitir que alguien brille por encima de él y mucho menos, que se atrevan a contradecirlo.
AMLO aseguró una y otra vez que en la selección del candidato no habrá dedazo pero en su discurso del Zócalo -con destinatario- hizo referencias históricas para justificar el por qué Ebrard, no será su candidato.
Previamente se había echado a andar la estrategia mediática diseñada por AMLO y su gran amigo Trump que tenía como centro de acción una supuesta intervención de Estados Unidos a México y ya en su discurso del 18 de marzo, comentó:
“Siempre se ha hablado de que el general (Cárdenas) no optó por Múgica ante el riesgo de una intervención extranjera. Sin embargo, como hemos visto, en ese entonces gobernaba Roosevelt, que había demostrado su respeto a la soberanía nacional y que estaba por estallar la Segunda Guerra Mundial, situación que contribuía a disipar la amenaza de una intervención estadounidense”. AMLO
Lo mencionó para asegurar que él no cometerá el error de Cárdenas, que no le importa la guerra civil si no llega su gallo a la presidencia y que, quien lo sustituya, tendrá que seguir al pie de la letra sus ocurrencias y fantasías dejando tres cosas claras:
1) Impondrá al candidato de Morena ¡El “dedazo” en su máxima expresión!
2) Será él quien defina la “continuidad” de su mandato. El que aspire a sucederlo, tiene que garantizar su fidelidad y subordinación. AMLO actúa a la enseñanza de Plutarco Elías Calles para imponer el Maximato y, seguramente no dudará en traicionar a quien sea, como lo hizo Calles con Alvaro Obregón o Salinas con Luis Donaldo Colosio.
3) Y, por último, que cueste lo que cueste, no permitirá que nadie que él no apruebe llegue a la presidencia.
Ebrard se desmarca
En la presentación de su libro aseguró que el destino de México se determinará en las próximas elecciones, una afirmación que choca con la “transformación” de AMLO y que desde su punto de vista, es necesario que el país logre una “clase media mayoritaria”.
Por su parte, la escritora Elena Poniatowska recordó que Ebrard logró la despenalización del aborto y legalizar el matrimonio igualitario.
Ebrard, reconoció ser moderado: ”Tenemos todo para tomar esa oportunidad, rescatar la grandeza de México y estar a tiempo para que nuestro país cambie para siempre, que no tengamos pobreza extrema y que seamos un país, sí de clase media, una clase media mayoritaria, eso es lo que debemos de ser”.
La posición de Ebrard totalmente contraria al extremismo de AMLO
El presidente desdeña la democracia y a quienes se ubican en el centro político ya que él se disfraza de izquierdista siendo un conservador extremo.
Ebrard por la libre
Marcelo ya no es corcholata de Morena y será candidato por otra alternativa que no es la de AMLO. Ha marcado su distancia, no está por la continuidad de los desatinos del tabasqueño.
¿Será AMLO tan irresponsable como para incendiar el país con tal de no permitir que llegue un personaje fuera de su control?
Sea Marcelo o cualquiera del bloque opositor que logre la mayoría de votos en las urnas, Andrés Manuel deberá contener su ímpetu autoritario que lo envalentona sus militarización.
Columna de Manuel Díaz en SDP Noticias
Twitter: @diaz_manuel
Foto Moisés Pablo Nava
clh
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