En la oposición hay muchos cuadros tremendamente nefastos, que solo dinamitan el incipiente proceso de desarrollo democrático de México
Al igual que en el oficialismo, en el Frente Amplio por México, existe chiquillada que no aporta y para nada sirve, remoras que solo van por prestigio o negocio, dispuestos a traicionar o que buscan impunidad.
Lee Ruido y presenciaEn un país tan políticamente descompuesto como en el que vivimos, con destrucción de las instituciones, falta de legalidad e impunidad, y el peligroso intento de reconstrucción del partido hegemónico y el autoritarismo presidencialista, surgen, como en todos los ámbitos de la política, quienes se prestan para fines perversos y poco éticos.
Los que ni siquiera figuran
La chiquillada es muy grande se inscribieron 33 y quedan 13, en términos futboleros, muchos de ellos son de “media tabla”, como los exgobernadores con triste desenvolvimiento, Francisco García Cabeza de Vaca, Silvano Aureoles, Miguel Ángel Mancera y uno que afortunadamente no quedó entre los 13 “finalistas”, Alejandro Murat, quizá el peor de todos.
Están otros que no llegan ni a “segunda”, como Sergio Iván Torres Bravo, Israel Rivas Bastidas, Jorge Luis Preciado y José Jaime Enrique Félix.
Con la excepción de Ignacio Loyola, quien, como lo mencionó Mauricio Kuri, gobernador de Querétaro, es un excelente cuadro para representar al Frente Amplio, un político si tacha y con excelentes resultados.
Los que pasaron de “panzazo”
Los tres exgobernadores que se postularon y pasaron la prueba, Francisco García Cabeza de Vaca del PAN y los perredistas, Silvano Aureoles y Miguel Mancera, se caracterizaron por enfrentarse de manera personal al presidente López Obrador, particularmente por asuntos de seguridad y presupuesto y, en el caso de Mancera, por el terrible accidente de la Línea 12 del Metro.
García Cabeza de Vaca
El tamaulipeco se distinguió por el impulso a la propuesta de un nuevo modelo de “Pacto Federal” que logró reunir al menos a 10 gobernadores y que puso a temblar al presidente de la República y, en el tema de la seguridad, llegó a señalar abiertamente y ante autoridades estadounidenses, a prominentes morenistas relacionados con el crimen organizado.
Al igual que AMLO en la CDMX, enfrentó una solicitud de desafuero y al igual que él, respondió: “He demostrado no solo mi inocencia, sino que he demostrado que fue fabricado y operado por ‘Sicario’ Nieto, por Santiago Nieto, con el único propósito de atacar, de difamar, de calumniar a un gobernador de la oposición (...) Todos sabemos que engañó no solo a la sección instructora de la Cámara de Diputados, engañó a la Fiscalía, engañó al presidente de la República al entregar documentos alterados”.
Sin embargo, con su participación parece más imitar a AMLO o por ambición de poder que por aportar algo al Frente Amplio.
Silvano Aureoles
Otra víctima de las descalificaciones y amenazas de AMLO. Al termino de su administración, Silvano resintió el poder y respondió en varias ocasiones denunciando los ataques que recibió desde Palacio Nacional: “Soy un perseguido político. Estoy denunciado hasta por traición a la patria”, una supuesta persecución política ordenada, según él, por el presidente López Obrador y a la que vinculó al exsecretario de gobernación Adán Augusto López y al actual gobernador michoacano Alfredo Ramírez Bedolla.
Al final, pareciera que está en el frente más por revancha política que por ofertar soluciones a los problemas de México.
Mancera Aguayo
El tercero, el ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, otra víctima de la presión del presidente, sobre todo cuando en la estrategia para deslindar a Claudia Sheinbaum de la tragedia de la Línea 12, lo pretendieron responsabilizar.
Los tres exmandatarios, en lugar de exponer y aportar lo que hicieron bien en sus gobiernos, como bajar la inseguridad o mejorar algunos temas económicos, decidieron inscribirse en la contienda del Frente Amplio más por su pleito con AMLO que por realmente querer sumar su experiencia de gobierno en el desarrollo de los temas en que son más destacados, e impulsar el proyecto de un gobierno de coalición a través de propuestas fundadas y estudiadas.
Su mayor aportación, resulta ser lo peor, pretender jugar ser Andrés y seguir la estrategia que utilizó para llegar al poder y el juego de “víctima” que tan bien le sale.
Quadri
¿Cuánto más se aferrará a su desesperada búsqueda de atención? Nuevamente reaparece el eterno perdedor político Quadri para hacer el ridículo y dar lástima. Se registra para desacreditar y extorsionar al proceso.
En fin, en la oposición hay muchos cuadros tremendamente nefastos, que solo dinamitan el incipiente proceso de desarrollo democrático de México.
¿Qué necesidad?
Columna de Manuel Díaz en SDP Noticias
Twitter: @diaz_manuel
clh
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