Expone las señales y lecciones muy claras que dejó el evento del oficialismo en el Zócalo de la CDMX
“El día que de mí
Te enamores tú
Voy a ver por fin
De una vez la luz.
Y me desharé
De esta soledad
De la esclavitud,
Ese día que
Tú de mí amor te enamores tú,
Veré por fin de una vez la luz
Se supone que el obradorismo tiene la fuerza y la gente para llenar el Zócalo. ¿Entonces por qué preferir recurrir al burdo acarreo? ¿Por un afán de mantener vivas las antiguas prácticas del PRI? ¿Unas en las que además de transporte y comida, ahora también implican dinero puro y duro?
Preferir el acarreo sobre el ejército de convencidos seguidores anuncia una elección de Estado. La administración pública —mecanismos, estructuras y presupuestos— volcada en la campaña, inclinando de antemano la balanza (y no lo digo solo yo; el mismo Ebrard lo denunció hace meses).
Pero lo que se atestiguó ayer en el centro de la capital, con todo y todo, ya no es lo de antes.
El dinero que se reparte, las regiones desde dónde se acarrea a la gente y el tiempo que se les deja al rayo del sol se cuecen aparte. No había ninguna necesidad.
Una logística de acarreo bastante desaseada... Y por eso, después de estar horas esperando, le urgía a la gente irse aunque Claudia no hubiese terminado aún su alocución. Eso sin olvidar que hubo zona VIP que simplemente nunca se llenó.
¿Eso da a Xóchitl margen de acción? No lo sé, pero lo que sí sé es que lo que se observó en el Zócalo fue ilegal. Poner pantallas en el acto proyectando mensajes de López Obrador está penado por ley; que las sanciones las haga efectivas el INE y el Tribunal, eso es otra cosa…
Más allá de tácticas y estrategias, es indignante que, en pleno 2024, en un país tan lleno de carencias, se den acontecimientos así… o quizá por lo mismo ocurren: Morena se nutre de la miseria de la gente.
Deja el evento del oficialismo de ayer en la capital una señal clara y algunas lecciones:
Lo que a Claudia le falta de alma y en carisma, requiere ser compensado por el gobierno. El discurso de la candidata, por momentos, fue de súplica, no de victoria. ‘De mí enamórate…’ Una súplica, por cierto, poco convincente (con todo y copia del “no les voy a fallar” de López Obrador, pero en este caso sustentada en el poder de la autoridad y la corrupción del régimen). Claudia no es López Obrador por más que se esfuerce. Mentira, lapsus y/o realidades alternativas aparte, el hecho es que no conecta. El desprecio hacia los papás de los 43 de Ayotzinapa fue tal que ni se les mencionó. Tal vez porque estos ahora reclaman las promesas huecas del régimen. Sí, los usaron. El día del acarreado es movible; depende de los políticos. Este año seguramente tendremos muchos; el de ayer, fue el primero.
Un ambiente típico del acarreo; la basura, también de acarreo; el nulo interés en los 100 puntos de la corcholata refleja acarreo. Con ese ambiente… de acarreo, Sheinbaum celebró su evento.
Giros de la Perinola
1.- No habían pasado ni 12 horas de iniciado el periodo de campañas, que Morena ya violaba nuevamente la ley electoral al poner videos de López Obrador en la plancha capitalina, estos haciendo proselitismo y hablando mal de los adversarios políticos.
2.- El acarreo, la torta y el refresco. El PRI no se crea ni se destruye, solamente se transforma.
3.-¿A Claudia le traicionó el subconsciente? ¿Se trató de un lapsus brutus o un brutus muy honesto?
Columna de Verónica Malo en SDP Noticias
Foto Galo Cañas
clh
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