Claudia, el INAI y el debate

And handle even the heart and soul of you

So love at least a small percent of me, do

Nos vamos a querer toda la vida

Si nos dejan

Nos vamos a vivir a un mundo nuevo

Yo creo podemos ver el nuevo amanecer

De un nuevo día

Yo pienso que tú y yo

Podemos ser felices, todavía

Si nos dejan

Buscamos un rincón cerca del cielo

Si nos dejan

Con tanta corrupción en el país, a la candidata no le salen las cuentas. No hay dinero que alcance. Atento aviso: si no se acatan las leyes y si las licitaciones caen en desuso, la corrupción seguirá galopando a ritmo 4t.

Claudia Sheinbaum presentó su programa en materia de combate a la corrupción, cuya coordinación esta a cargo de… Javier Corral, exgobernador panista. Busca crear una Agencia Federal Anticorrupción… Spoiler: ¡eso se parece mucho a la propuesta de Peña Nieto de un Sistema Federal Anticorrupción! Sí ese donde el presidente era la cabeza de este. Una y otra propuestas privilegian el centralismo y el dejar en una sola persona la decisión sobre todo en la materia.

Cuando Peña Nieto salió con su batea de babas de una “dependencia”… dependiendo de él, la sociedad civil argumentó a favor del SNA (Sistema Nacional Anticorrupción). Este tampoco fue la solución (como ha quedado comprobado), pero tuvo una virtud muy clara: ¡señaló que la propuesta de centralización de EPN NO era tampoco la respuesta!

Como tampoco lo es ahora… Lo que plantea la candidata se volverá en una oportunidad para “cobrarse” rencillas y venganzas. Más viniendo de Corral...

Sheinbaum cree que no es necesaria la existencia del INAI (Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales) y que solo basta con cumplir con la Ley de Transparencia. ¿En serio? Que la científica mire los datos; estos, medición de resultados de este y otros gobiernos, ¡señalan lo contrario a lo que se propone!

Lo prudente sería fortalecer al INAI —y ciertas funciones de la ASF—. Que el órgano constitucional autónomo tenga “dientes” y que no dependan de los ejecutivos federal y locales.

Definitivamente no es negándose a nombrar a los integrantes del INAI como se combate a la corrupción. Tampoco cegándose a ver lo que ha sucedido en el actual sexenio. Porque, más allá del discurso anticorrupción de López Obrador y de su “pañuelito blanco” (que naturalmente ya no se atreve a mostrar), lo que se requiere es que el Instituto gestione a plenitud, que la Secretaría de la Función Pública funcione, que la Auditoria Superior de la Federación sea rápida en sus auditorías (y no se vea señalada o sometida por presiones de los poderes) y que se registre una significativa recuperación de los dineros vía sanciones efectivas. ¿Qué sería significativo? A la fecha nadie lo ha calculado…

Además, se requeriría incrementar las licitaciones públicas. Sheinbaum promete que el 65% de las contrataciones para el 2030 serán por licitación pública, sin embargo, en la Ciudad de México, el año pasado (todavía ella a cargo), ¡estas fueron menos de la mitad! A nivel federal, el gobierno logró la… proeza de que, por primera vez, ¡los recursos destinados a adjudicaciones directas por el gobierno federal sean mayores a los contratados por licitaciones públicas! (En el último año de Peña Nieto, las adjudicaciones directas fueron del 35%, en el primer año de López Obrador pasaron al 39% y desde entonces se han venido incrementando).

La propuesta presentada por Claudia desde el oficialismo elabora sobre aumentar las penas a las empresas que participan en las licitaciones. También plantea crear un modelo nacional para investigar delitos de corrupción y una ley general para investigar y sancionar los delitos por hechos de corrupción, así como crear un catálogo único de delitos y penas. Respetuosamente le digo: se recomienda lea la Ley Nacional Anticorrupción, así como los reglamentos que de ella emanan; también los delitos tipificados en el Código Penal Federal. NO hay que inventar nada, solo hacerle caso a lo que ya existe.

Y eso necesariamente pasa por fortalecer el INAI. De otra forma, el Virgilio Andrade tipo el de tiempos de Peña Nieto y la Eréndira Sandoval de principios del actual sexenio continuarán cobrando mientras la corrupción emana de todo lo que toca lo público.

No, la corrupción en nuestro país NO es tema nuevo, pero en el sexenio de la “austeridad” cobró nuevas cotas. Dos Bocas costó más del doble de lo programado llegando a los 17 mil millones de dólares. ¿Las cuentas? Reservadas. Como reservado está el AIFA y el Tren Maya. Pagar por un aeropuerto que no terminó de construirse, una refinería que sigue sin refinar, un tren que se descarrila cuando circula a 10 km/h, por mencionar solo algunas obras, tendría que ser sancionado por Claudia. El Tren Maya (sin contar reparaciones), para este 2024 habrá agotado 511.2 mil millones de pesos. Esto es 3.3 veces los 156 mil millones de pesos presupuestados. El elevado costo de cancelar el NAIM se calculó en 331 mil millones de pesos, mientras que la construcción del AIFA fue de 115 mil millones de pesos. Eso también es corrupción.

Atestiguamos el desfalco más grande por corrupción en la historia de México. Segalmex resultó peor que la ‘estafa maestra’. Peor. En tan solo cuatro años, allí desviaron 12,800 millones de pesos. Y hasta ahora no hay responsables sancionados (se persiguió al que denunció, no a los señalados…).

¿Y Sheinbaum se atreve a decir que el gobierno mismo puede auto vigilarse, auto gestionarse y auto sancionarse?

Columna de Verónica Malo en SDP Noticias

Foto Especial

clh