La amistad entre Trump y AMLO hoy se vuelve aún más estrecha, pues ahora ambos tienen un enemigo en común, Kamala Harris
Para los simpatizantes de Andrés, el despertar del fascista que llevan dentro lo perciben a través de Trump y su discurso de odio; en él se reflejan, se proyectan y mientras avanzan hacia lo que verdaderamente son, juran que hacen una transformación social enfocada en los pobres.
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El libro que escribió AMLO sobre Donald Trump sirvió para que ambos explotaran lo que ya creemos que son y para justificar su odio, intereses, y ambiciones políticas y económicas con base en falsedades, populismo y discursos incendiarios.
Simularon diferencias que les permitieron hacer una base social, pero apenas AMLO asumió el poder, se convirtieron en los mejores amigos.
Ahí cambió su discurso. Los mejores amigos sacrificaban uno y otro las piezas de su tablero para fortalecer sus acuerdos y alianzas, como cuando Trump declaró que dobló a Ebrard muy fácil para conseguir que la Guardia Nacional se encargara de reprimir a los migrantes en la frontera sur.
Ambos compartían su negativa hacia el T-MEC, Trump directamente quería cancelarlo y AMLO exigía prácticamente lo mismo.
El reparto del pastel
Su primera gira internacional fue para visitar a su amigo Trump en la Casa Blanca. Dicha reunión estuvo precedida de diversos acuerdos, el primero, dar por terminadas las reuniones binacionales de alto nivel donde se trataban asuntos de gran importancia como migración, seguridad, comercio y cambio climático. Para entonces Trump ya había retirado a su país de la COP de Paris negando que hubiese cambio climático y AMLO, secundando a su amigo, se burlaba de ello, favoreciendo la utilización de combustibles fósiles altamente contaminantes como el carbón y el combustóleo.
La reunión en la Casa Blanca sirvió para que la oligarquía de ambas naciones se repartieran el pastel. AMLO llevó a sus cuates, a su compadre Miguel Rincón; a su mecenas Carlos Slim, que ya regresó al top 5 de los más ricos del mundo; a Daniel Chávez de Grupo Vidanta, Carlos Hank González el nieto del guía del grupo Atlacomulco y a Olegario Vázquez Aldir, dueño entre otras cosas del Grupo Hospitalario Ángeles.
Por su parte Trump llevó a Shell, empresa que vendió a AMLO la refinería Deer Park; Sempra, que tiene todo el negocio de la regasificación, plantas eléctricas en el noroeste del país e infinidad de obras energéticas con la protección de Bartlett y el presidente.
Después de la cena en la Casa Blanca, el secretario de Estado, Mike Pompeo dijo que las empresas energéticas estadounidenses se sentían amenazadas por las medidas regulatorias del gobierno de México, de inmediato AMLO respondió para favorecer a las empresas amigas de su colega Trump.
Insistió en eliminar los organismos autónomos que entorpecían los negocios de Sempra Energy, empresa que en México opera con todo el apoyo gubernamental. Su VP jurídico es hermano de Carlos Buentello Carbonell, ambos amigos de los hijos de AMLO y su CEO, sobrina de Salinas, tiene incrustado en la AMGN a Jesús Rodríguez Dávalos, nieto de quien fue subsecretario de Antonio Ortiz Mena, Jesús Rodríguez y Rodríguez, para gestionar desde ahí toda la regulación, tarifas y permisos. Un negocio de familia y amigos.
Al banquillo
La amistad entre Trump y AMLO hoy se vuelve aún más estrecha. De un lado el estadounidense perdió la narrativa de que Biden no hace nada en contra del narcotráfico y su discurso de odio de invadir México, pierde día con día vigencia y seguidores luego de la detención del Mayo y de otro hijo del Chapo. Otros factores que juegan en su contra son los juicios que enfrenta por sedición, por los ataques al Capitolio y atentar en contra de las instituciones y la democracia estadounidense.
Y como olvidar la liberación del general Cienfuegos donde Trump intervino para regresarlo a México en la víspera de un juicio ¡algo nunca antes visto!
AMLO ya enfrenta el juicio de la historia como el presidente más ineficiente, corrupto y, a mes y medio de entregar la banda, su administración ya es señalada por nexos con el crimen organizado.
Ambos tienen un enemigo común, Kamala Harris, que de ganar las elecciones, pondría en grave peligro el futuro de estos populistas.
Lo curioso es que ambos representan todo lo que los seguidores mexicanos dicen odiar, pero les aplauden y admiran todo ¡lo que te choca, te checa! Y los AMLOTrumpistas reflejan su verdadero ser.
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Columna de Manuel Díaz en SDP Noticias
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