Se refiere al ciberacoso, específicamente de índole sexual, por parte de personas adultas, quienes usan perfiles falsos en las redes sociales para engañarlas y buscar una cercanía con ellas y ellos
México.- Las niñas, niños y adolescentes suelen ser víctimas del grooming, mejor conocido como ciberacoso, específicamente de índole sexual, por parte de personas adultas, quienes usan perfiles falsos en las redes sociales para engañarlos y buscar una cercanía con ellas y ellos, explica María Santos Becerril Pérez, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM.
Lee La UNAM implementa telescopio COLIBRÍEl término que sugiere la Real Academia Española es engaño pederasta.
La especialista universitaria, abunda: “Crean identidades falsas con estos perfiles en los que usan información básica, pero con datos que las infancias y adolescencias puedan identificar, por ejemplo, edades semejantes o imágenes de caricaturas que están de moda para poder engancharlos”.
Una vez que logran esa conexión, añade, obtienen más información de los menores de edad, pues “se muestran amistosos, cercanos, empáticos, e incluso cuando hay más confianza les hacen creer que están atravesando situaciones similares y, además, que serán ellos quienes les darán contención y atenciones que en sus casas no suelen tener”.
Becerril Pérez agrega que, posterior a haberse concretado una amistad o un noviazgo, inician las acciones agresivas y piden a las infancias y adolescencias fotografías o videos íntimos; y logran el silencio de las víctimas por medio del chantaje, ya que los amenazan con hacer público su contenido o con hacerles daño a ellos o a sus padres. Así es como cada vez sube el nivel de exigencia que puede llegar a que el trato ya no sólo sea digital, sino presencial.
Los resultados de un estudio realizado por la organización Grooming Latam y difundidos en mayo de 2024 detallan que cuatro de cada 10 niñas, niños y adolescentes en América Latina tienen conversaciones con desconocidos a través de internet, y tres de cada cuatro desconoce los riesgos a los que pueden estar expuestos en espacios digitales. Además, al 15 % de los menores encuestados les solicitaron imágenes desnudos o semidesnudos, y al 26 % se les ofreció tener un noviazgo de forma virtual.
Para el estudio se realizaron 17 mil encuestas anónimas aplicadas por 22 organizaciones que integran Grooming Latam, y están situadas en 11 países: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, México, Paraguay, Ecuador, Nicaragua y Perú.
A su vez, el Módulo sobre Ciberacoso (MOCIBA) 2023 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía revela que en México 18.4 millones de personas de 12 años y más, que usaron internet a través de cualquier dispositivo, fueron víctimas de ciberacoso en los últimos 12 meses (hasta agosto de 2023). Del total, 8.1 millones fueron hombres y 10.3 millones mujeres.
¿Cómo evitarlo?
La docente recuerda que las infancias y las adolescencias son nativas tecnológicas, por lo que los padres o las personas responsables de su cuidado “deben saber cómo acompañarlas, verificar con quiénes interactúan en dichos espacios, respetar los lineamientos de las redes sociales y los juegos, así como supervisarlos de manera cercana y continua”. A la par, aconseja que es importante aplicar los candados parentales en los aparatos electrónicos de acuerdo con su edad.
Becerril Pérez menciona que los padres deben ser sus guías tecnológicos para el uso de algún aparato electrónico. Por ejemplo, si la niña o el niño quiere un videojuego no apto para su edad, se debe hablar con ellos de manera asertiva y hacerles saber que no es adecuado en ese momento, sin hacerlo ver como una prohibición.
En ese sentido, comenta, “se pueden hacer contratos emocionales, como con el uso de celulares. Decirles que el aparato no es de su propiedad, pero que se le prestará para que puedan contactarse con otras personas; sin embargo, explicarles que hay riesgos por lo que nadie desconocido puede tener el número telefónico, y hacerles saber las consecuencias de que eso suceda”.
Lo anterior si son infancias, pero si están en la etapa de la adolescencia se pueden hacer otro tipo de negociaciones, y éstas deben ser respetadas por ambas partes.
En relación con los juegos, la especialista recomienda a los padres conectarse y verificar si con quienes están interactuando sus hijas o hijos en línea son sus amigos o compañeros de la escuela.
Para la académica es necesario que los padres, además de asertivos, sean honestos y nombren las situaciones como son, es decir, se les debe decir que en las plataformas o en los juegos digitales se pueden encontrar con gente de mayor edad que busca hacerles daño, que intenta contactarlos, pedirles fotografías o videos y amenazarlos.
¿Qué hacer?
Becerril Pérez pide mantener la tranquilidad con la hija o el hijo si les revela que está pasando por una situación de grooming. “Es necesario no alarmarse, regañarlos o gritarles, sino más bien tener cercanía con ellas y ellos para que puedan compartirles lo que están viviendo”.
Por lo regular, “las niñas, niños y adolescentes más vulnerables son aquellos que no tienen cercanía con las personas con las que viven, están poco acompañadas, no cuentan con límites ni supervisión en el uso de las tecnologías, por tanto, acceden a todas las peticiones por miedo”.
La universitaria refiere que este tipo de situaciones puede generar que las infancias y las adolescencias se aíslen, que presenten conductas ansiosas o depresivas por el acoso que están sufriendo; también es posible que manifiesten estrés postraumático y/o cambios de comportamiento como dejar de contar ciertas cosas a sus padres.
“Si los padres se percatan de que sus hijas o hijos son víctimas del grooming, es importante que no se bloquee a la persona ni se pierda el contacto, no actuar violentamente y solicitar ayuda a la policía cibernética, para que puedan investigar de quién se trata y así evitar que existan más víctimas. Aunado a ello, se debe acudir con un especialista en psicología”, concluye.
Guía para entender, detectar y proteger
De acuerdo con la organización Save the Children, el grooming y, en su evolución digital, el online grooming (acoso y abuso sexual online) son formas delictivas de hostigamiento que implican a un adulto que se pone en contacto con una niña, niño o adolescente con el fin de ganarse poco a poco su confianza para luego involucrarle en una actividad sexual.
Esta práctica tiene diferentes niveles de interacción y peligro: desde hablar de sexo y conseguir material íntimo, hasta llegar a mantener un encuentro sexual.
Se trata de un proceso en el que se produce un vínculo de confianza entre la víctima y el acosador. Éste intenta aislar poco a poco al menor, y lo consigue desprendiéndolo de su red de apoyo (familiares, profesores y amigos, entre otros) y generando un ambiente de secretismo e intimidad.
En el caso del online grooming el abusador envía, a través de un medio tecnológico, material sexual a la niña o el niño. Además, se suele hacer pasar por menor y adapta el lenguaje a la edad de la víctima.
Las fases del online grooming
El online grooming incluye una serie de conductas que pueden ser desordenadas, pero por lo general existen patrones de conducta y fases comunes que veremos a continuación para poder detectarlo y prevenirlo.
- La creación de un vínculo de confianza: en muchos casos a través de sobornos o engaños el agresor contacta a la niña o niño y establece el vínculo de confianza. Para ello normalmente finge otra edad, muy cercana a la de la víctima. Además, puede que el abusador haga regalos, empatice a un nivel profundo con niñas y niños fingiendo que escucha sus problemas y aprovecha esa información para chantajear después.
- El aislamiento de la víctima: en esta fase el agresor persigue arrancar la red de apoyo natural del menor (familiares, amistades, docentes, etc.) dejándolo desprotegido. De esta manera insiste en la necesidad de mantener todo en secreto.
- La valoración de los riesgos: el agresor tiende siempre a asegurar su posición, así que suele preguntar a la víctima si alguien más conoce su relación e intenta averiguar quién más tiene acceso al ordenador o dispositivo que utiliza el menor.
- Conversaciones sobre sexo: una vez que se siente con confianza, el abusador empieza a introducir conversaciones sexuales de manera paulatina. Busca que la víctima se familiarice tanto con la temática sexual como con el vocabulario.
- Las peticiones de naturaleza sexual: éstas son el objetivo principal del online grooming. En esta última fase el criminal utiliza la manipulación, las amenazas, el chantaje o la coerción para que la víctima le envíe material sexual, relate fantasías sexuales o la relación culmine con un encuentro físico.
El grooming tiene diferentes niveles de interacción y peligro
El gobierno de México recomienda las siguientes medidas para evitar que los menores sean víctimas de grooming:
- Usa herramientas de control parental que permitan bloquear, controlar o limitar el uso de aplicaciones o contenidos en internet.
- Configura las opciones de seguridad de las redes sociales, juegos en línea o blogs que utilicen las niñas, niños y adolescentes.
- Infórmate sobre las redes sociales que utiliza y con quiénes se comunica.
- Realiza un seguimiento de sus hábitos del uso de internet.
¿Cómo puede afectarles?
- Emocionalmente: pierden interés en lo que les gusta.
- Mentalmente: les puede crear preocupación, vergüenza y enfado.
- Físicamente: no duermen, sienten cansancio y pueden sufrir de dolores de cabeza y de estómago.
- En casos extremos: los puede llevar a quitarse la vida.
¿Cómo ayudar a un menor?
- Ten comunicación constante.
- Crea un círculo de confianza.
- Hazle saber que no es culpable por la situación.
- Hazle entender que hay personas que pueden ayudarle.
- Identifica comportamientos o estados de ánimo que no sean normales/habituales en un menor: ansiedad, temor, agresividad o aislamiento.
¿Quieres mantenerte al tanto de todas las noticias hoy en Puebla? ¡Explora más en nuestro portal ahora mismo!
Foto Especial
mala
Visitas: 272