Trump vuelve a castigar al acero extranjero con tarifas del 25%

Este lunes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volverá a implementar medidas comerciales agresivas al imponer aranceles del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio, según anunció a bordo del avión presidencial mientras se dirigía al Super Bowl LIX.

Este movimiento, que recuerda a las decisiones tomadas en 2018, genera incertidumbre sobre su impacto, especialmente en países como México y Canadá, con los cuales se habían alcanzado acuerdos previos sobre los aranceles.

En una conferencia de prensa desde su vuelo hacia Nueva Orleans, Trump detalló que, además de los aranceles para estos metales, habría más tarifas que entrarán en vigor en los próximos días, posiblemente el martes o miércoles.

La medida se presenta como una medida de protección para la industria del acero estadounidense, crucial en sectores como la construcción y la manufactura, donde se utiliza de manera masiva.

¿Un regreso a la guerra comercial?

Este anuncio llega solo una semana después de que Estados Unidos suspendiera, por un mes, los aranceles impuestos a México y Canadá. En 2018, Trump había impuesto tarifas del 25% sobre las importaciones de acero y del 10% sobre el aluminio provenientes de estos dos países. A pesar de las negociaciones y el acuerdo que permitió su eliminación en 2019, la relación comercial entre las naciones sigue siendo volátil.

El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que entró en vigor en julio de 2020, había sido una salida a la disputa sobre los aranceles. El acuerdo estipulaba que no habría tarifas sobre productos manufacturados entre los tres países, pero las tensiones siempre han estado latentes.

De hecho, durante su administración, el presidente Joe Biden también había impuesto tarifas similares a ciertos productos de acero en 2024, afectando las importaciones de metales que no fueron procesados en América del Norte.

Aunque en el pasado el gobierno estadounidense justificó estas tarifas bajo el argumento de proteger su industria nacional, para muchos países afectados, incluidos México y Canadá, estos aranceles han representado una barrera económica difícil de superar. De hecho, con la declaración de Trump, surge la pregunta de si la relación comercial trilateral podría entrar nuevamente en una fase de incertidumbre o de nuevas negociaciones.

El impacto para los exportadores y consumidores

El sector empresarial, especialmente en las industrias que dependen del acero y aluminio importado, podría sentir el impacto de estas tarifas en los próximos meses. Los aranceles del 25% aumentan considerablemente los costos para los importadores, lo que podría resultar en un alza en los precios de productos terminados, desde automóviles hasta maquinaria pesada. Esto, a su vez, afectaría a los consumidores estadounidenses, que podrían enfrentar precios más altos en una variedad de productos.

El panorama no parece ser más alentador para los exportadores mexicanos y canadienses, quienes temen que este nuevo paquete de aranceles vuelva a poner en riesgo su competitividad en el mercado estadounidense.

Aunque el gobierno de México ha expresado su disposición a dialogar, las recientes tensiones en torno al acero y el aluminio no han dejado de generar preocupación.

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Foto cortesía

xmh