El cuidado enfermero: clave para el bienestar de las personas

México.- Tratar a las personas que enfrentan una enfermedad como personas y no como un número y valorar el rol de cuidados que tienen enfermeros y enfermeras puede ayudar a lograr una medicina con una perspectiva de cuidados, de acuerdo con Montserrat Busquets, profesora de la Escuela de Enfermería de la Universitat de Barcelona y miembro del Colectivo Minerva.

Busquets participó como ponente en la sesión del 11 de septiembre del seminario Cuidados para la Vida y el Bien Común del Centro de Ciencias de la Complejidad (C3) de la UNAM, titulada “El cuidado y la ética cuidado”, donde habló de la necesidad de modificar el sector salud y “pasar a un esquema mucho más relacional y contextual".

Busquets se ha especializado en el ámbito de la enfermería, y desde hace más de una década se ha dedicado a profundizar en el valor de los cuidados y de las personas que se dedican a la enfermería en la sociedad. Son “el puente entre el profesional de salud y las personas pacientes”, aseguró.

En 2015, junto con otras tres enfermeras jubiladas, creó el Colectivo Minerva, una organización que busca analizar y fomentar una responsabilidad ética en el personal médico al momento de atender a las personas que necesitan de su ayuda. El colectivo cuenta con el apoyo financiero y el soporte de la fundación Víctor Grífols i Lucas, una organización que impulsa el estudio de la bioética en las ciencias y humanidades.

A través de seminarios con sus respectivas publicaciones y conferencias sobre temas de salud en hospitales y universidades, el Colectivo Minerva ha logrado difundir sus avances en el tema de cuidados, todo con la participación de investigadores nacionales e internacionales.

En su proyecto con avances más recientes, “Ética y valores de cuidado” han participado alrededor de 102 personas de la comunidad médica y académica en 7 seminarios. Por medio de sus resultados, Busquets cuestiona cómo el modelo de salud está centrado en el diagnóstico y el tratamiento. Para ella, el papel del personal médico debe también acompañar.

“En ese sentido, las enfermeras también impactan en la salud de sus pacientes, porque son clave en la forma en la que se trata a una persona, no sólo en el tratamiento y la medicación, sino en actividades de rutina como acompañarla a ir al baño o alimentarla”.

Para las enfermeras y los enfermeros, la prioridad debe ser el bienestar del paciente y no solamente curarlo o reducir su padecimiento; cuidarlo involucra entender su situación y llevar una relación que lo ayude a mejorar. Esto “puede ayudar a mejorar la calidad de vida de esas personas”, agregó.

La ética de cuidados

La profesora de enfermería comentó que la investigación de su proyecto se basó en la definición del cuidado de Joan Tronto: “Cuidar comprende todo lo que hacemos para, mantener, perpetuar y reparar nuestro mundo de manera que podamos vivir en él de la mejor manera posible”.

Al tratarse de un proceso, “el cuidado no es una relación entre dos personas, sino que siempre es una red de relaciones entre personas”, añadió. Por lo que los cuidados en la enfermería se deben analizar desde una perspectiva ética, o bien, desde una ética de cuidados.

En su artículo publicado en 2019 por la revista Folia Humanística, Busquets explica que “la ética del cuidado surge al reconocer la vulnerabilidad y la dependencia del ser humano cuando, a lo largo de su vida, pasa por momentos en los que no puede cuidar de sí mismo y precisa de otros para vivir y encontrar su bienestar”.

La ética de cuidado se enfoca en el contexto de las personas “de acuerdo a sus razones, pero también de acuerdo a sus sentimientos”. Se vuelve imperfecto en el sentido de que no aplica a una generalidad, sino que se enfoca en casos particulares.

“El cuidado nos plantea una ética con un razonamiento que es imperfecto porque siempre será entre personas concretas. No será entre normas decididas desde instancias superiores, sino en situaciones concretas y en las personas que están involucradas en una situación”, señaló.

Este tipo de ética dista de la deontología, la cual sugiere actuar de manera independiente y objetiva, sin considerar las emociones. “Es una manera objetiva, de imparcialidad, cuya característica principal es que está descontextualizada. La norma es para todos”, puntualizó.

Por el contrario, si se trabaja en función del contexto, se pone a la persona en primer lugar junto con su estado de ánimo y necesidades más allá de sus dosis de medicamentos. “Hay que trabajar en cómo entrar en la intimidad de una persona”, destacó Busquets.

Al ser relacional, inclusiva y contextual, la ética del cuidado fortalece, por un lado, la justicia y la igualdad en las sociedades, pero sobre todo, refuerza el bienestar de las personas. “Esta es una idea que, como enfermera, es muy importante porque puede uno padecer una enfermedad y sin embargo tener una situación de bienestar”, recalcó.

Uno de los ejemplos es la situación de las personas con enfermedad terminal como el cáncer: “Pongamos el caso de la atención al final de la vida y la atención paliativa. Lo que se pretende es el mayor bienestar posible en una situación de vida que es muy difícil y compleja”.

Inclusive, la ética de cuidados está presente en ayudar a las personas a tener una buena muerte, o comúnmente conocida como eutanasia. Busquets, en un artículo editorial publicado en 2021 en la revista txt, profundiza en la relación entre la eutanasia y la ética de cuidados:

“En una petición de eutanasia, cuidar es, sobre todo, establecer el vínculo relacional que garantice crear un contexto de bienestar suficiente para que la persona pueda expresar sus sentimientos y voluntades, sus miedos e incertidumbres, y pueda tomar la decisión de pedir ayuda para morir de acuerdo a sus propios valores e historia de vida”.

De acuerdo con la organización Derecho a Morir Dignamente (DMD), tan solo 9 países en el mundo han legalizado y reglamentado esta práctica. Hasta ahora, Ecuador y Colombia son los únicos países latinoamericanos que permiten la eutanasia.

Un asunto político y social

Los retos para llevar los cuidados al ámbito médico no se limitan a las salas de hospital, sino a las leyes y a las políticas públicas. El papel de la administración en las instituciones médicas juega un rol importante debido a que deben responder a las necesidades de las personas.

“La burocracia cada vez es más amplia. Teóricamente es para que estemos más seguros, pero muchas veces entorpece porque nos aleja de las personas”, señaló la especialista.

Si bien las instituciones necesitan mejorar su eficacia, la ciudadanía también requiere formar parte de los cuidados. Ambos tienen que participar para conseguir un sistema de cuidados.

“El cuidado es un asunto político, por tanto, el cuidado no solamente da luz a las acciones de cuidados sino que da luz a un marco de referencia para la sociedad actual, para la investigación, para la convivencia y para las relaciones entre ciudadanos”, comentó.

En ese sentido, la especialista resaltó que el comprender la importancia de los cuidados resulta aún más beneficioso para que la sociedad encuentre nuevas formas de organización, incluyendo al sector salud.

Busquets sugiere que tanto el personal médico como la sociedad en sí misma irán creando una cultura de cuidados para el bienestar de las personas. “No somos seres independientes o autónomos, somos seres en relación. Somos seres vulnerables y frágiles, todos necesitamos cuidados y todos damos cuidados en algún momento de nuestra vida”, concluyó.

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