Madres buscadoras y migrantes serán homenajeadas en el Jueves Santo

Con una Catedral Metropolitana llena y un ambiente de profunda devoción, este domingo se celebró la misa de Domingo de Ramos, que marca el arranque formal de la Semana Santa 2025 para la comunidad católica. La ceremonia fue presidida por el cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México, quien hizo un llamado a la reflexión y al desprendimiento como forma concreta de amor al prójimo.

La misa comenzó con la tradicional procesión, en la que el cardenal —vestido de rojo, en alusión a la sangre de Cristo— caminó hacia el altar portando una palma, símbolo que representa la bienvenida triunfal que, según los evangelios, recibió Jesús al entrar a Jerusalén. A su paso, miles de fieles agitaron sus palmas en señal de fe y memoria colectiva.

Durante la liturgia, tres sacerdotes relataron la Pasión de Cristo, como es costumbre en esta fecha. Más allá del relato bíblico, el mensaje central del cardenal se enfocó en la escucha activa y el desprendimiento, dos actitudes que, dijo, son clave para vivir con sentido los días santos y para responder a los desafíos sociales actuales.

"El desprendimiento de lo que somos y tenemos, desprendernos, que nuestra mirada no sea egoísta, hay que mirar al otro, a lo que nos rodea. Nuestra mirada tiene que encontrar entonces situaciones en las que podemos ayudar, pero mínimo, tenemos que desprendernos de nuestro tiempo o de nuestras cosas o dar una ayuda al que se enferma; por eso creo yo que es oportuno de estos días santos, preguntarnos ¿qué tanto he escuchado la palabra de Dios para ser buen discípulo? Desprenderme de algo que vea yo necesario dar a los demás para ponerlo en práctica y amar. ¿Yo de qué me he desprendido para ayudar a mi prójimo? Les dejo esa pregunta" planteó el arzobispo primado de México.

El mensaje cobró especial relevancia ante la cercanía del Jueves Santo, día en el que se conmemora el gesto de humildad que tuvo Jesús al lavar los pies a sus discípulos. Este año, el arzobispo repetirá este acto simbólico, pero con un enfoque actual: se lo realizará a madres buscadoras, personas migrantes y a familiares de jóvenes que se han quitado la vida.

Este gesto busca poner el foco en sectores que, en medio de crisis sociales, muchas veces quedan fuera de la atención pública. En el caso de las madres buscadoras, se trata de mujeres que recorren el país en búsqueda de sus hijos desaparecidos, enfrentando no solo el dolor, sino también el abandono institucional. Por otro lado, el suicidio juvenil se ha vuelto una problemática creciente en México. Según datos del INEGI, es una de las principales causas de muerte entre adolescentes, tema que exige una mayor apertura y acciones concretas desde distintos sectores, incluido el religioso.

Al final de la ceremonia, los asistentes recibieron la bendición de sus palmas, mientras salían por los costados del recinto. Como cada año, esta celebración fue una de las más concurridas del calendario litúrgico, mostrando la vigencia de las tradiciones religiosas entre los fieles, pero también la necesidad de darles nuevos significados que conecten con la realidad actual del país.

¿Interesado en conocer más sobre lo que sucede en Puebla? Haz clic aquí para explorar más noticias hoy.

Foto cortesía

xmh