Ceaspue planea renovar plantas en el Atoyac; acusan a Agua de Puebla

Puebla, Pue. - El deterioro ambiental del río Atoyac vuelve a estar en el centro del debate. En medio de denuncias por contaminación y omisiones en el saneamiento del agua, la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento de Puebla (Ceaspue) dio a conocer que evalúa la instalación de nuevas plantas de tratamiento en municipios cercanos a esta cuenca, una de las más contaminadas del país.

De acuerdo con el titular de Ceaspue, Lauro Sánchez López, actualmente se realiza una revisión técnica de las condiciones en que se encuentran las plantas ya existentes en la región. Algunas de ellas están severamente dañadas o fuera de operación, por lo que será necesario construir nuevas instalaciones que garanticen el tratamiento adecuado de las aguas residuales antes de que sean vertidas al río.

“El objetivo es atender desde el nacimiento del Atoyac hasta su llegada a Valsequillo, cubriendo los 22 municipios que atraviesa la cuenca. Estamos identificando los puntos más críticos para restaurar de manera efectiva cada segmento del río”, explicó el funcionario.

Además de la infraestructura hidráulica, Ceaspue impulsa proyectos paralelos para enfrentar la falta de drenaje en zonas rurales o marginadas. Uno de ellos es la entrega de biodigestores a viviendas sin acceso a servicios de alcantarillado, con el fin de reducir el impacto directo de las descargas domésticas.

Por otro lado, colectivos ambientales han alzado la voz para denunciar a la empresa concesionaria Agua de Puebla para Todos, a la que acusan de contribuir directamente a la contaminación del Atoyac por no realizar el tratamiento adecuado de aguas residuales. Según los activistas, la compañía cobra por este servicio, pero en la práctica no garantiza que el agua se trate antes de llegar al río.

Una de las voces más críticas ha sido la de la activista Ana Lluvia García Vilchis, quien afirmó que buena parte del problema radica en el abandono de la red de saneamiento urbano, lo que permite que las descargas domésticas terminen sin filtros en el cauce. A esto se suman los vertidos provenientes de la industria textil, química, alimentaria y agrícola, además de procesadoras de residuos peligrosos, muchas de las cuales operan en las inmediaciones del Atoyac sin supervisión efectiva.

A pesar de que los problemas de contaminación en el Atoyac han sido documentados desde hace décadas por académicos y organizaciones civiles, la respuesta institucional ha sido intermitente. El nuevo plan de Ceaspue podría significar un primer paso si se traduce en acciones concretas y sostenidas, aunque los activistas advierten que sin sanciones a quienes contaminan y sin transparencia en el uso de recursos, los esfuerzos seguirán siendo insuficientes.

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foto cortesía