Rodeado de montañas, bellos paisajes y una deliciosa gastronomía, se encuentra Ixtenco

Ixtenco es una localidad del estado mexicano de Tlaxcala, se localiza a 40 minutos de la ciudad de Puebla y dos horas de CDMX.

En este pueblo mágico podrás disfrutar de sus bellezas naturales, pues ofrece diversas actividades para disfrutar de la naturaleza y la cultura local. El pueblo se encuentra rodeado de montañas y paisajes verdes, ideales para quienes buscan hacer caminatas o disfrutar de un paseo en bicicleta.

También debes caminar por sus calles, mercados y tiendas donde los artesanos locales venden productos como textiles, cerámica y más, lo que brinda una excelente oportunidad para llevarte un recuerdo de la región.

A continuación, conocerás los atractivos que harán que enamores de Ixtenco:

-Comenzamos con el Cerro Xalapasco, ubicado al sureste del estado de Tlaxcala, es un lugar verdaderamente único. No solo en el estado, sino probablemente en todo el país, debido a los singulares conos volcánicos que lo conforman. Recorrer este cerro es una aventura incomparable; sus paisajes impresionantes te sumergen en una atmósfera de paz y asombro en cada paso, convirtiéndolo en un auténtico tesoro natural dentro de la geografía tlaxcalteca y de México.

-El Templo de San Juan Bautista. En el siglo XVI los franciscanos evangelizaron la zona y comenzaron por la capilla de la Preciosa Sangre de Cristo que posteriormente se integró al templo de San Juan Bautista que hoy puede visitarse junto a la capilla de la Virgen de Guadalupe, las más antiguas de Ixtenco. Las torres de ambas iglesias están elaboradas en cantera gris. Una de ellas es la más alta del estado y contiene la campana de mayor tamaño en Tlaxcala. El arco de entrada, de medio punto, se adorna con portadas confeccionadas con semillas y flores de chimalli.

-Las Haciendas. Estas impresionantes construcciones datan de la época colonial y ofrecen un vistazo fascinante a la vida en tiempos antiguos. Muchas de estas haciendas ya restauradas en su mayoría, ahora sirven como espacios turísticos, donde los visitantes pueden conocer su historia, caminar por sus hermosos jardines y disfrutar de actividades como recorridos guiados y catas de productos locales, como el pulque.

Las haciendas son perfectas para quienes desean experimentar la grandeza de la arquitectura colonial y disfrutar de un ambiente tranquilo y relajante.

Entre su exquisita gastronomía se encuentra el mole de ladrillo o matuma. Este platillo tradicional, que recibe su nombre por el tono rojizo de la salsa que lo caracteriza, se prepara con chiles secos, especias y, lo más distintivo, su cocción en hornos de barro, lo que le confiere un sabor único. Se sirve comúnmente con pollo o carne de cerdo.

Otro manjar que no te puedes perder en Ixtenco es el atole morado, una bebida espesa y suave que se prepara a base de maíz morado. Este atole tiene un sabor ligeramente dulce y es perfecto para acompañar una buena comida o disfrutar como desayuno. La receta se mantiene fiel a la tradición, su color y textura cremosa lo convierten en un auténtico placer para los sentidos.

Ixtenco, Pueblo Mágico, es un destino que invita a sumergirse en un mundo de tradiciones que han perdurado a lo largo del tiempo. Este hermoso pueblo destaca por su arquitectura, paisajes extraordinarios, sus costumbres y especialmente, por sus exquisitos platillos.

Si buscas una experiencia auténtica, Ixtenco es el lugar ideal para disfrutar de la rica cultura tlaxcalteca.

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LMR