Cuitlatlán

Con un año de anticipación, el líder del Sindicato de Burócratas lanza a su candidato para sucederlo

Fermín Alejandro García

Fermín Alejandro García

La gestión Jhovani Oliver Gallo al frente del Sindicato de Burócratas estatales ha sido un auténtico desastre. Es un dirigente alejado del grueso de los afiliados a su organización y no va a cubrir ni la mitad del periodo normal de un secretario general, ya que tardó 25 meses en llegar al cargo, por un prolongado y tortuoso conflicto laboral, para que al final solo vaya a estar en esa responsabilidad 22 meses, pues en diciembre próximo se debe renovar el Comité Ejecutivo de la representación gremial.

Y como un reflejo de esa debilidad es que, desde noviembre del año pasado, cuando apenas llevaba 10 meses como secretario general del Sindicato de Trabajadores al Servicio de los Poderes de Puebla y Organismos DescentralizadosJhovani Oliver empezó a promover al que quiere que sea el próximo candidato a dirigente de los burócratas y se convierta en su sucesor.

Es decir, empezó a construir la candidatura de su “delfín” un año antes de que sea la elección, pues el proceso de renovación arrancara en noviembre próximo.

Lo más cuestionable es que Jhovani Oliver Gallo quiere dejar en su lugar al artífice de la crisis que sufre el sindicato, que se traduce en que la organización estuvo dos años acéfala y no hubo negociación salarial entre los años 2022 y 2023; y que ahora se tenga una dirección débil y alejada de las bases trabajadoras.

El “Gallo” del Jhovani Oliver es Emmanuel de Jesús Rodríguez, quien a finales de 2024 creó la asociación civil llamada Innovando el Futuro, la cual –dicen los enterados– estaría utilizando la estructura y recursos económicos del Sindicato de Burócratas de manera indebida.

¿Qué papel tiene Emmanuel de Jesús Rodríguez en la crisis sindical? Tiene mucho que ver.

En noviembre de 2021, se realizó una asamblea de los 3 mil 400 trabajadores sindicalizados de los poderes públicos de Puebla para elegir al Comité Electoral que se encargaría del proceso de renovación de la dirigencia del gremio.

Las cosas empezaron a estar mal desde que se decidió que el mecanismo para recoger la votación de los trabajadores fuera a mano alzada, en lugar de usar boletas y urnas.

Aún con esa limitante se votó y de acuerdo con el recuento que hicieron grupo de trabajadores, ganó la planilla que era ajena a la dirigente saliente del sindicato, Virginia Socorro Meza Cruz.

Sin embargo, de manera sorpresiva el encargado del escrutinio sostuvo que había ganado el grupo de Meza Cruz, sin demostrar que fuera cierto ese resultado. El responsable del conteo de votos era: Emmanuel de Jesús Rodríguez.

Curiosamente los cuatro años de la gestión de Virginia Meza Cruz estuvo Emmanuel de Jesús Rodríguez como comisionado en el sindicato. Es decir, no estaba integrado a una jornada de trabajo en algunos de los poderes públicos del estado. Esa condición no le daba el carácter imparcial que debe tener el árbitro de una asamblea.

Fue tan poco creíble el resultado de ese conteo a mano alzada, que un mes más tarde, el Tribunal de Arbitraje del Estado de Puebla declaró inválida la asamblea y ordenó que se volviera a convocar a los burócratas para elegir un nuevo Comité Electoral.

Estaba claro que Virginia Meza Cruz quería dejar, a como de lugar, a Jhovani Oliver Gallo en su lugar.

Y para ese propósito se puso a Emmanuel de Jesús Rodríguez al frente del escrutinio de los votos de la asamblea.

Ahora, como parte de una segunda imposición que quiere hacer el grupo político de Virginia Meza Cruz, se está impulsando a Emmanuel de Jesús Rodríguez como su posible candidato.

O tal vez se trate de “un pago de facturas”, pues todo indica que, si no se hubiera hecho ese amañado conteo de votos a cargo de Emmanuel de Jesús Rodríguez, hoy en día Jhovani Oliver no sería el secretario general del sindicato.

La historia de lo que ocurrió después de esa cuestionada asamblea ya es muy conocida: el grupo de Virginia Meza desacató el fallo del Tribunal de Arbitraje, pues no se eligió un nuevo Comité Electoral y este órgano, siguió con el proceso de renovación e impidió que compitiera Martha Rodríguez Salinas, la líder de la disidencia sindical y que en ese entonces parecía tener el arrastre de la mayoría de los trabajadores.

Todo terminó en dos años de juicios ente la facción Jhovani Oliver Gallo y la de Martha Rodríguez.

Al final se impuso la negociación política a favor de Jhovani Oliver Gallo, pese a que Martha Rodríguez le asistía la razón jurídica.

 

clh

Visitas: 574

Loading...