Ricardo Morales
La elección para la renovación del Poder Judicial de nuestro país fue un proceso inédito, el cual deberá de perfeccionarse, ahora que este ejercicio ya se llevó a cabo por primera vez en México.
De acuerdo a la empresa Clave Pública, que realizó encuestas de salida en todo el país, estas serían las candidatas más votadas para integrar la nueva Corte: Yasmín Esquivel Mosa, con el 22 por ciento de la votación; Lenia Batres Guadarrama, con el 18 por ciento; Loreta Ortiz Ahif, con el 14 por ciento; María Estela Ríos, con el 11 por ciento, y Sara Irene Herrerías ,con el 10 por ciento.
Por lo que se refiere a la votación para la elección de magistrados, los resultados de esta casa de estudios de opinión son los siguientes: Arístides Rodrigo Guerrero García, con el 24 por ciento; Hugo Aguilar Ortiz, con el 21 por ciento; Irving Espinosa Betanzos, con el 17 por ciento, y Giovanni Azael Figueroa Mejía.
Estos, por supuesto, no son los datos oficiales, los únicos reales se darán a conocer el 15 de este mes, luego de que se lleven a cabo los conteos distritales.
De acuerdo con otras casas encuestadoras, habían salido a votar el 16.9 por ciento de las personas que integran el padrón electoral, lo cual se asemeja mucho a lo que ocurrió en 2022, en la consulta de revocación de mandato a la cual convocó López Obrador, cuando era presidente de México.
Muchas cosas se pueden decir acerca de este ejercicio, el cual sin duda es histórico y perdón por la redundancia.
México es uno antes de esta elección del Poder Judicial y será otro a partir de los resultados que arroje este proceso, el cual por supuesto que resulta sumamente cuestionado y que recuerda a las elecciones que se organizaban durante el PRIATO. Ya se verá qué es lo que dicen los observadores internacionales al respecto.
Cabe señalar que, estas elecciones de renovación del Poder judicial al menos en Puebla se llevaron a cabo en total calma y con muy pocos incidentes, aunque por supuesto no faltó el aspecto de los acordeones, permitidos tanto por el INE como por el Tribunal Electoral, algo pocas veces visto.
Por supuesto que muchas cosas se deberán de perfeccionar luego de esta experiencia, para que se convierta en un ejercicio verdaderamente democrático, menos difícil de entender, mejor organizado y con una mayor participación.
Los ganadores de la contienda, los cuales se darán a conocer en los próximos días, tendrán en su actuar diario que legitimarse para dejar en claro que se trata de jueces, magistrados y ministros, sin tintes políticos y que de esa forma actuarán en su toma de decisiones.
Habrá que ver también y analizar lo que expresen y analicen el resto de los países acerca de este proceso inédito, así como las reacciones de los mercados en esta semana que recién inicia y que sin duda también dictaminarán en la confianza o la desconfianza en nuestro país.
Como lo dice el dicho popular, “no hay fecha que no se cumpla” y así ocurrió ya en la elección del poder judicial de México. Ya se verá qué consecuencias va a tener para nuestro país.
Gana el PAN y el PRI en Durango. Pese a que Morena metió toda la carne al asador en las elecciones celebradas en el estado de Durango, todo parece indicar que los ganadores de la contienda por la capital de esta entidad fueron el PAN en alianza con el PRI, con su candidato, Toño Ochoa, quien habría derrotado al exsenador de la República y exdelegado de Morena en Puebla durante el pasado proceso electoral, José Ramón Enríquez.
Sin lugar a dudas, la victoria de la coalición PAN-PRI no deja de ser “pírrica”, en un escenario electoral muy complicado para la oposición, aunque alentadora para estas dos fuerzas políticas.
Sin embargo, al interior de Morena, sí tiene una lectura por demás interesante, porque habla de la serie de fracturas y traiciones al interior de este partido y deja a un damnificado de los más altos niveles, el secretario general de Morena, Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente de la República.
López Beltrán es el gran derrotado, porque él se echó a sus hombros el peso de sacar adelante esta elección, lo que deja también entrever que otros grupos se hicieron de “brazos caídos” para hacer perder al hijo del expresidente.
Ramón Enríquez recibió muchos apoyos de poblanos, los cuales incluso viajaron para tomarse la foto con el candidato morenista, el cual creían que iba a arrasar y no fue así.
También en este lugar al inicio trabajó el exoperador de Rafael Moreno Valle y ahora de Sergio Salomón, Eukid Castañón, sin embargo, dejó el encargo un mes antes de la elección, bajo circunstancias que no han sido aclaradas.
clh
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