Comando entra al corralón de la Fiscalía, somete a vigilantes y se lleva auto

Puebla, Pue.- El hecho de que cerca de 12 sujetos perfectamente armados ingresarán al corralón de vehículos de la Fiscalía General del Estado para supuestamente llevarse un automóvil que se encuentra bajo resguardo de la Fiscalía, tiene dos lecturas o más.

La principal es el franco reto del crimen organizado no a la Fiscalía sino al gobierno del estado, si es que en realidad es cierto que se haya llevado un automóvil, dejando amarrados de pies y manos a los cuidadores.

El corralón que se ubica en una de las laterales de la carretera federal Puebla- Tlaxcala, en la colonia Agrícola Ignacio Zaragoza, fue el lugar donde la madrugada del lunes 16 de septiembre arribó el comando armado, para someter al personal de seguridad y apoderarse de un vehículo Jetta de color gris que no tenía rótulos de la FGE.

La segunda vista, en caso de que, si sea cierto el arribo del comando armado, es que el vehículo que se llevaron tendría algo que les interesaba a estos, que podrían ser drogas o armas aseguradas o incluso dinero en efectivo.

La tercera vista puede ser que algún abusado funcionario de esta Fiscalía decidió apoderarse de un vehículo.

No es la primera vez que en la FGE ocurren robos cuantiosos, nada más hay que recordar y millonario zaqueo de vehículos y valores asegurados que se encontraban en el área de indicios y de los que todos parece haberse olvidado.

La cuarta lectura es que alguien de ese lugar donde se encuentran asegurados los vehículos chocó un automóvil oficial y ahora pretende ocultar el hecho simulando un robo.

Cualquiera de las vistas que le he comentado es necesario que sean confirmadas por el encargado de la Fiscalía, Gilberto Higuera Bernal, antes de que se arme un verdadero escándalo.

Y es que justo en el momento en que se da a conocer la noticia de la llegada del grupo armado en el estado de Puebla se manejan por lo menos 6 ejecuciones todas ellas con la firma del crimen organizado.

Nos vemos cuando nos veamos

Porque los muertos corren rápido, columna de Alfonso Ponce de León en Intolerancia Diario

Foto: Archivoe

cdch/clh