Agenda legislativa prioritaria

Es loable que el Poder Legislativo comience de forma inmediata una de sus funciones más importantes (la legislativa), pero los temas que más importan a los ciudadanos no son ésos.

Con base en los resultados de la Encuesta Nacional de Culturas Políticas y Democracia (ENCPyD) 2021, que realizó a nivel nacional el Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS) de la UNAM, a los mexicanos les importan mucho los temas relacionados con la inseguridad, la desigualdad, la salud y el cuidado del medio ambiente. Por cuestiones de espacio, no podemos revisar los resultados totales de cada uno de los cuatro bloques, sólo vamos a reflexionar sobre algunos puntos que se podrían relacionar con una posible agenda legislativa.

Sobre el bloque de lo común: Más allá de lo público (asociado a la gestión estatal) y lo privado (vinculado con la acción privada en el mercado), hay una zona amplia de lo común que es reivindicada por la ciudadanía mexicana: valores y prácticas de cooperación y solidaridad, respaldo a formas de autogobierno de bienes comunes, inclinación positiva hacia los otros, y demanda común de regulación e inversión estatales para la generación de empleo y la protección de la salud pública.

Al respecto, tres de cada cuatro encuestados consideran que el país es injusto en términos de equidad social, seguridad y salud pública; nueve de cada diez consideró que, a raíz de la pandemia, las farmacéuticas deben estar más reguladas. En materia de seguridad ciudadana, el 30% señaló que siente miedo en sus propias casas y, un 62%, cree que, para resolver el problema de inseguridad, es mejor organizarse con los vecinos (frente a un 17% que considera como mejor alternativa contratar seguridad privada).

En el segundo bloque, la ciudadanía reivindica la democracia contra el autoritarismo, y por eso la consideran más que un sistema de reglas para elegir líderes políticos. La democracia es, también, el medio para conseguir metas sociales como la libertad, la igualdad y justicia social. En este sentido se confirman diversas dinámicas de participación asociativa y en partidos u organizaciones, protestas sociales y otras maneras de activismo ciudadano.

La investigación reveló que seis de cada diez participan, al menos, en una actividad democrática, pero la forma más frecuente de hacerlo es desde el espacio virtual, por lo que el 80% se siente insatisfecho con el tiempo que tiene para formar parte de acciones políticas. Y el dato de la sorpresa: el 54% está muy de acuerdo con que el gobierno aumente los impuestos para ayudar a los más pobres.

Sobre la justicia y el bienestar hay una clara conciencia colectiva de que en México se favorece a minorías privilegiadas. Por eso existe un contraste entre el bienestar objetivo (los ingresos y el nivel educativo) y el bienestar subjetivo (su satisfacción personal, su satisfacción con el entorno, sus percepciones sobre seguridad, sus temores y la forma en cómo valoran la vida buena). En este caso, el 63% considera que los ricos han llegado a serlo a través de la corrupción, herencia o explotación laboral.

Finalmente, sobre el bloque de culturas políticas subalternas: Hay una diversidad amplia de reivindicaciones culturales que se pueden agrupar en cuatro aristas que podrían activarse como frentes alternativos para profundizar la democracia: ciudadanías de género, ciudadanías ecologistas, ciudadanías igualitaristas y ciudadanías de colonias. En este contexto, rescatamos el sorpresivo dato de que el 66% prefiere dar prioridad a la protección del medio ambiente, aunque esto cause un menor crecimiento económico y pérdida de algunos empleos.

Si revisamos con atención, podremos darnos cuenta de que estos datos pueden ayudar a definir una agenda legislativa prioritaria que cumpla con la expectativa de una parte de la ciudadana, pero también, pueden servir para descubrir las grandes ausencias en el recién Tercer Informe presidencial: el balance sobre crecimiento de la pobreza, la desigualdad, la violencia y la inseguridad ciudadana.

Columna de Ruth Zavaleta Salgado

Excélsior

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