El Jefe del Ejecutivo Federal, Luis Echeverría, vaya que sí tenía especial interés por Puebla
El Jefe del Ejecutivo Federal, Luis Echeverría, vaya que si tenía especial interés por Puebla, entidad que visitaba con frecuencia desde que era subsecretario de Gobernación y posterior titular de la dependencia.
Lee ¿Combatir al obradorismo o mejorarlo?Incluso, tanto en campaña por la Presidencia, y como mandatario, dormía en la casa de la familia Sánchez Taboada-Cruz en La Calera.
Resulta que el General Rodolfo Sánchez Taboada –oriundo de Acatzingo-, amigo de los dos últimos Presidentes militares: Lázaro Cárdenas del Río y Manuel Ávila Camacho –su paisano-, como de Adolfo Ruiz Cortines Cortines y Adolfo López Mateos, siendo dirigente nacional del PRI designó en 1946 a Luis Echeverría Álvarez en la Secretaría Particular del partido.
Ahí se enlaza estrecha amistad que llevó al General Sánchez Taboada a convertirse en “tutor político” de Echeverría.
Don Luis del PRI pasó a la Oficialía Mayor de la Secretaría de Educación y retornó al Revolucionario Institucional como Oficial Mayor, cuando estaba por iniciar la campaña presidencial de Adolfo López Mateos.
Ahí Echeverría se gana la confianza de López Mateos.
Ya Presidente de México, López Mateos le indica a su titular de Gobernación, Gustavo Díaz Ordaz designar a Echeverría en la subsecretaría de Gobernación.
En la toma de posesión en Bucareli y sin conocerse, Díaz Ordaz dijo sobre Echeverría:
“Se trata de un abogado que distingue a su profesión y ha desempeñado las funciones oficiales que se le han encomendado con entusiasmo y decisión”.
Y Echeverría le responde:
“Es una honra venir a colaborar con una persona de la capacidad, cualidades y patriotismo del señor licenciado Díaz Ordaz, respetado amigo mío…”.
Posteriormente y con la representación del Presidente López Mateos, Luis Echeverría acudió al segundo Informe del Gobernador de Puebla, Fausto M. Ortega, que se realizó el 15 de enero de 1959.
Y previo a ser designado candidato del Revolucionario Institucional a la Presidencia de México, Díaz Ordaz designó a Echeverría Álvarez encargado de Gobernación.
Y como jefe del Ejecutivo Federal nombró Secretario de Gobernación a Echeverría.
Vaya pasajes de la política nacional, pues sin tener una amistad real de juventud o estudiantil, ni familiar, pues se conocieron al inicio del sexenio de Adolfo López Mateos, culmina cuando Díaz Ordaz designa a Luis Echeverría sucesor en Los Pinos.
Cuestión que fue contrario a la añeja fraternidad de Echeverría con José López Portillo, quien fuera testigo de la boda de don Luis con María Esther Zuno -2 de enero de 1945- a quien lo hace su sucesor para manejar los destinos del País.
Ya en Los Pinos, López Portillo desterró de México a “su amigo” Luis Echeverría al mandarlo Embajador de México ante Australia, Nueva Zelanda y las Islas Fiji.
Vale apuntar, que varios de los pasajes escritos en este espacio se tomaron del excelente reportaje del periodista Andrés Becerril en Excélsior el lunes 17 de enero.
Por qué Echeverría se decantó por Toxqui y no por Sánchez cruz
En vísperas del destape del candidato a Gobernador de Puebla y cuando todo estaba programado -publicidad, playeras, gorras, mantas y amarres con los sectores y grupos políticos- y sólo restaba el pronunciamiento oficial de los tres sectores del tricolor a favor de la nominación del ingeniero Rodolfo Sánchez Cruz, ahijado y amigo del Presidente Echeverría.
Resulta que don Luis llama al ex mandatario Díaz Ordaz, y después del saludo de cortesía, le consulta:
“Señor Presidente, para usted, y como poblano que es, quién considera es la persona indicada para ser el candidato al gobierno”.
La respuesta de don Gustavo fue directa:
“Señor Presidente, si su gobierno quiere que la estabilidad y paz política y social retorne a Puebla, el candidato debe ser el Senador Alfredo Toxqui”.
Y así fue.
A horas del destape de Sánchez Cruz… se cayó.
Y retornó al cargo de Vocal Ejecutivo de la Comisión del Río Grijalva en Tabasco.
No valió ni contó que el general Rodolfo Sánchez Taboada haya sido el guía e impulsor de Echeverría en la política nacional.
Tampoco los lazos de amistad con sus hijos, sobre todo con Rodolfo.
Dicen que la perversidad de Echeverría se manifestó –una vez más- cuando al faltarle una año de su administración, intentó y buscó la caída del gobernador Alfredo Toxqui.
Por ello, no dudó en recibir en Palacio Nacional al grupo de estudiantes de la Universidad Autónoma de Puebla, donde les manifestó su respaldo para la toma de El Carolino.
Asalto que buscaba tirar al Rector Luis Rivera Terrazas.
Y, por ende, se daría la dimisión de Toxqui.
Pues el Ejército iba a tomar por asalto a la UAP, lo que desembocaría en una masacre de estudiantes.
Hoy, cuando Luis Echeverría acaba de cumplir 100 años de vida, sus años de gloria sólo cuelgan en cuadros y álbumes fotográficos en su casona de San Jerónimo, pues vive en total soledad.
¿Justicia divina?
Al tiempo.
Columna de Gerardo Pérez
Foro 21
Foto: Especial
cdch
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