Sus seres queridos pidieron a las autoridades justicia y dar con los responsables de estos hechos
Tehuacán, Pue.- Con una misa de cuerpo presente, así como entre aplausos y el grito de justicia, familiares, amigos e integrantes del gremio periodístico de Tehuacán, dieron el último adiós a Marco Aurelio Ramírez Hernández, periodista asesinado el pasado 23 de mayo cuando acababa de salir de su domicilio ubicado en el fraccionamiento Agua Blanca y circulaba en su vehículo.
Lee Pide ONU investigación efectiva por ejecución de periodista en TehuacánFamiliares del quien ejerció el periodismo por más de 40 años y que realizó diversas investigaciones policiacas que sirvieron de base para la publicación de algunos libros, además de ser uno de los primeros corresponsales de Tehuacán, para medios estatales, agradecieron las muestras de cariño hacia Ramírez Hernández, además señalaron que muchas organizaciones nacionales e internacionales, ya se han puesto en contacto con ellos, para brindarles apoyo y darle seguimiento al caso.
Una de sus hijas de Marco Aurelio, Diana Luisa Ramírez, visiblemente consternada por los acontecimientos, señaló que su padre fue periodista, luchador de derechos humanos, abogado, gran amigo, tío, hermano, como papá maravilloso, por lo que pidió que su muerte no caiga en el olvido, porque él siempre tuvo la filosofía de que “todo con la legalidad, todo apegado a derecho”.
Manifestó que no abundaban más en la situación de la tragedia que enluta a su familia, porque es muy compleja, sin embargo, piden justicia para él y estarán colaborando para dar con el paradero de los responsables de su asesinato.
Por su parte, el sacerdote, Anastasio Hidalgo Miramón quien ofició la misa de cuerpo presente, aparte de pedir porque se esclarezcan las causas de muerte y se detenga a los responsables de este crimen, manifestó que nadie tiene el derecho de quitarle la vida a una persona.
Posteriormente del evento religioso, el cortejo fúnebre partió hacia el panteón de la junta auxiliar de San Lorenzo Teotipilco en donde también fue despedido en su última morada, por sus familiares y amistades, pese a que durante el sepelio se registró una lluvia torrencial.
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